El Cádiz B fue capaz de frenar su tendencia negativa con una igualada (1-1) en el siempre complicado campo del Villanovense, donde le tocó sufrir en algunos instantes aunque en otros impuso una buena versión que llegó a bloquear a un adversario llamado a pelear los puestos altos. El empate es bueno para los de Cifuentes después de dos derrotas consecutivas.

Hay que hablar de una primera parte abierta, de ida y vuelta, pero con pocas ocasiones claras. El Villanovense trataba de imponer su sello cuando el balón estaba en su poder, aunque sabiendo que la velocidad y verticalidad de gente como Carrasco y Pedro Benito podía provocarle problemas serios a la contra. El debutante Víctor Aznar tuvo que emplearse a fondo en dos ocasiones cuando Álvaro González pudo abrir la cuenta.

El filial gaditano firmó incursiones a cargo de Carrasco y Pedro Benito pero la puntería tampoco es uno de los fuertes del conjunto de Alberto Cifuentes en este arranque de competición. Falta finalización cuando todo lo anterior se hace bien.

El empate sin goles al descanso se consideraba justo a tenor del trabajo de unos y otros, si bien en el caso del portero cadista había evitado que se moviera el electrónico con acciones que dicen mucho a su favor.

Cifuentes precisaba hacer cambios para que su equipo sufriera algo menos sin el esférico y, por contra, fuera capaz de recuperarlo para acudir con decisión al área de De la Calzada. De esa forma lo hizo Carrasco, que en la primera acción de la segunda mitad se escapó de dos rivales y le falló el tiro final. Más clara fue la de Rodallega, que mandó a la caseta a Pedro Benito en forma de cambio, hasta que el portero del Villanovense sacó las piernas a pasear para salvar a los suyos.

Y como se suele decir se pasó del posible 0-1 al 1-0. Sillero recibió el balón fuera del área, se dio la vuelta y soltó un lanzamiento imparable para Aznar. Locura en el Romero Cuerda.

Más sustituciones en unos y otros hasta que en el 78’, en una acción extraña en la que se reclamó mano, el Cádiz B consiguió igualar cuando más de cara lo tenía su rival. La jugada contó con el remate de Carrasco, si bien Rodallega llegó a tocar pero el balón ya estaba dentro de la portería.

Lo peor es que, a falta de once minutos, Traoré vio su segunda amarilla -el filial debe hacerse mirar lo de las expulsiones- y tocaba sufrir con diez jugadores. Y tanto que se pasó mal con ocasiones dobles y triples para los de casa. Todo ello con Juanma Pavón en la grada tras ser expulsado y su ex equipo recurriendo a todo para salvar un punto que sabe a gloria.

El próximo domingo el filial del Cádiz CF recibirá en las instalaciones de El Rosal (campo Ramón Blanco) al Mérida (17:00 horas), que es séptimo y tiene dos puntos más (seis) que el conjunto de Cifuentes.