El fútbol no fue justo con el San Fernando que mereció mucho más ante el Real Murcia (1-1), que dominó y controló el partido y que un penalti más que dudoso cuando el partido expiraba, no permitió que el equipo de Berenguel sumase su segunda victoria consecutiva ante sus aficionados.

El equipo azulino mostró muchas variantes con respecto a lo ofrecido desde que comenzó la campaña. Héctor Berenguel sigue buscando soluciones y ofreciendo cosas en cada partido y ante el Murcia volvió a sorprender, De principio, el técnico almeriense le unió a la línea de cuatro la presencia de Manu Farrando como cinco, por delante de los dos centrales, pero incrustándose en ellos cuando los ataques del Murcia se prolongaban.

Así, con la novedad de Luis Ruiz en el lateral izquierdo en lugar de David Ruiz, colocó a Carlos Blanco como central derecho, José Carlos como izquierdo y Farrando de ayuda, David Ramos volvió al once inicial junto a Dani Molina lo que relegó a Unai al banquillo, mientras que otra de las novedades que presentó fue la presencia de Biabiany en la banda izquierda y Dani Aquino en la derecha, ambos cambiados de piernas. La presencia de Ángel Sánchez en ataque fue la última de las novedades que presentó el técnico del equipo azulino.

Con esto el partido tuvo dos invitados de excepción, el viento de levante y el fuerte calor que azotó a la hora del comienzo del choque el estadio Iberoamericano.

Pronto avisaron los azulinos de sus intenciones y, en el minuto 3 de juego, la primera de las muchas internadas por banda de los azulinos, en este caso de Ángel Sánchez terminó con un centro del delantero que deja pasar Aquino para que David Ramos dispare a las manos de Manu García.

Los dos equipos necesitaron muchos minutos para adaptarse a las inclemencias y el partido tras la jugada inicial entró en una lucha de poder en el centro del campo que quedó rota en el minuto 22 en una internada de Biabiany que no encontró remate de compañero alguno. Era la premonición de lo que ocurriría cuatro minutos después donde una galopada de Biabiany terminó con un centro perfecto a la cabeza de Aquino que puso el uno a cero con el que terminó la primera mitad. Los murcianos apretaron, pero no encontraron, en ningún momento, la formula para romper el entramado defensivo de los isleños.

En la segunda mitad, si cabe, el equipo azulino fue superior a su rival y controló perfectamente a un equipo que no encontró, en ningún momento como hincar el diente a un cuadro isleño que defendía atacando, haciendo daños en las contras y buscando el segundo tanto. Este pudo llegar en el 76’ en un gol anulado muy justo a Dani Selma que acababa de entrar en el campo.

Pero antes Fuoli hizo la parada de la tarde a Rodri Ríos en ele 48’, Dani Aquino no estuvo acertado en el 52’ y poco faltó para que un defensa en el saque de esquina que continuó a su jugada introdujera el cuero en su propia portería. En el 69’ una falta peligrosa que lanzó Aquino la salvó la defensa murciana in extremis y en el 80’ de nuevo Biabiany fue protagonista.

Tras el jarro de agua fría del empate, los isleños apretaron los dientes y buscaron remontar, pero la más clara fue de Biabiany, diez segundos antes de concluir el choque, cuyo disparo se fue al lateral de la red. Injusta igualada.