La victoria de Lewis Hamilton (Mclaren-Mercedes) en el Gran Premio de Mónaco, el pobre papel realizado por los pilotos de Ferrari y la confirmación de Kubica (BMW) ha apretado la cabeza del Mundial de Fórmula 1 al cumplirse el primer tercio, mientras que Fernando Alonso (Renault) tendrá que seguir sufriendo.

Hamilton, que había ganado la primera carrera en Australia, ha vuelto a recuperar el liderato del mundial, tras una carrera en la que la suerte jugó siempre a su favor. El británico lidera con tres puntos de ventaja sobre Raikkonen, cuatro sobre Massa, cada uno de ellos con dos victorias, y seis sobre Kubica, que se ha subido al podio en tres ocasiones.

Si a Hamilton le fue todo de cara, no se puede decir lo mismo del asturiano. Al comienzo prometedor le siguieron el adelantamiento imposible sobre el alemán Nick Heidfeld y sobre todo la lluvia, la lluvia que dejó de caer cuando había montado los neumáticos de lluvia extrema, y eso ya anuló sus esperanzas de conseguir un buen resultado.

De momento, en espera que lleguen nuevas mejoras para su coche, está claro que no puede aspirar mas que al séptimo puesto.

Lewis Hamilton imitó a su ídolo de juventud, el brasileño Ayrton Senna, con un triunfo en el Gran Premio de Fórmula 1 de Mónaco apoyado por la fortuna y festejado por todo su país. No sólo la prensa británica se hizo eco de ello. "Lewis ganó como Senna. Un mago en la lluvia", alabó el diario italiano La Gazzetta dello Sport.