El domingo no estará sobre la hierba Diego Rivas. Fue fichado por el Cádiz el pasado verano con la esperanza de que fuera un futbolista clave en el centro del campo, pero su rendimiento no ha sido el esperado, en gran medida por las lesiones que ha sufrido. La Real Sociedad dio el visto bueno a su cesión, pero por contrato impidió que disputara los partidos entre cadistas y realistas. Ahora, en cualquier caso, sigue lesionado y no podría disfrutar de minutos.

La esperanza del futbolista es colaborar algo en lo que queda de campaña, aunque no puede garantizar que vaya a poder hacerlo: "Estoy mejor, voy poco a poco, trabajando para superar este problema. Espero jugar algún partido de aquí al final de la temporada, pero no nos vamos a poner un plazo porque una recaída sería muy peligrosa para el futuro, por eso no me pongo fecha para reaparecer. La lesión va a dar más lata de la prevista. La cuestión es que he perdido mucha sangre por la rotura de la vena y es lo que no me permite moverme bien y correr con normalidad".

Es consciente de que va a quedar en el recuerdo de los aficionados cadistas como un jugador frágil en el apartado físico, pero aclara que nunca le ha pasado algo similar: "No es que haya sufrido muchas lesiones a lo largo de mi carrera, pero en Cádiz he tenido varias y es normal que la gente piense que me lesiono mucho. Ojalá me pueda despedir con algún buen partido porque siempre he dado el máximo para estar con mis compañeros, en algunas ocasiones incluso poniendo en peligro mi estado físico".

Sus palabras suenan casi a despedida, aunque por el momento no sabe qué planes tiene el Cádiz para él: "Lo único que tengo claro es que quiero recuperarme y estar bien lo antes posible. No sé qué va a pasar después del 30 de junio porque todavía no he hablado nada con nadie sobre ello. Tengo tres años más firmados con la Real y volveré allí. Lo demás ya se verá en su momento".

Mirándolo desde su perspectiva, se podría pensar que a Rivas le interesa que el domingo gane la Real Sociedad para que dé un paso hacia el ascenso y jugar así el año próximo en Primera. Pero el futbolista no lo tiene nada claro, es un mar de dudas: "Es un partido muy especial. Se enfrenta el equipo que me fichó con el que pidió mi cesión. No sé quién quiero que gane, son sentimientos enfrentados".