Si en estos momentos hay alguien que no cabe dentro de sí ese es, sin duda alguna, el presidente del San Fernando, Manuel Acosta. En su primer año al frente de la nave azulina ha conseguido algo que hacía muchos años que no se podía ver en la ciudad, que el equipo azulino vea a todos sus contrincantes desde lo más alto de la tabla clasificatoria.

Manuel Acosta presume y se vanagloria de "ser presidente del actual líder del grupo X de Tercera División". "Tanto para mí, como para la junta directiva nos llena de orgullo estar en lo más alto de la tabla clasificatoria y eso tiene muchos significados".

En un principio, "está claro que las cosas en el apartado deportivo están cumpliendo las expectativas y es que da gusto ver como juega el equipo, como trabaja en el terreno de juego y como nos está haciendo disfrutar este año".

Acosta era claro al finalizar 2007 y solamente le pedía al nuevo año "el poder ascender, abandonar la Tercera División, dar una alegría a los aficionados, al equipo, y a la ciudad y, de momento, se está en el camino".

Un camino que no ha sido nada fácil como pueda parecer "y al que le quedan muchas curvas, vicisitudes y problemas que afrontar, pero se hace de una manera especial en el momento en que se cumplen las ilusiones y se tiene en mente conseguir el objetivo propuesto".

Otro tema delicado es el económico. "Hay que seguir trabajando y luchando. Está claro que siempre tendremos que agradecer a Delfín Cañas y a Ángel Serrano por la principal ayuda que da a la entidad, pero la afición tiene, ahora más que nunca, que responder a las expectativas que ha creado el equipo y volcarse con el mismo".

Acosta es consciente de que "hay mimbres suficientes para alcanzar lo que el equipo quiera, pero de momento que nos quiten lo bailao y seguimos disfrutando de lo lindo con los resultados".

También tiene palabras de elogio para el entrenador, al que considera "un gran técnico y mejor persona". "Le ha costado una enormidad adaptarse a la ciudad, al grupo, al equipo e, incluso, a la forma de hablar de aquí, pero ha estado muy listo y cada vez que mantenemos una conversación, me demuestra lo contento que se encuentra en San Fernando. Solo pido que todo vaya sobre ruedas y poder contar con sus conocimientos el mayor tiempo posible".

Para finalizar, no dejó a nadie en el tintero y recordó "el gran grupo humano que conforma la familia azulina, sobre todo esos directivos que trabajan de forma desinteresada a pleno rendimiento y, como no, mi amigo y compañero Ángel Serrano, sin cuya presencia estoy convencido de que el club no sería hoy lo que es".