El Cádiz juvenil dejó escapar una buena oportunidad para hacerse con la victoria y arrimarse a las mejores posiciones del grupo. El equipo de Juanma Carrillo sólo pudo empatar con el Goyu-Ryu, a pesar de que cargó con el peso del juego todo el partido y gozó de más ocasiones que el conjunto de Ceuta. Éste sólo lanzó una vez sobre la portería de Luis, por lo que la efectividad se convirtió en su mejor arma.

Le costó al equipo cadista estar cómodo en el campo por culpa de una batalla psicológica que de antemano le tenía ganada el rival. Los jugadores del Goyu-Ryu fueron más contundentes -rozando los malos modales- y eso asustó a más de una promesa del conjunto de casa. Los esfuerzos de Carrillo desde el banquillo solicitando a sus hombres más entereza en cada acción acabaron por dar sus frutos, aunque no pudo evitar que el equipo caballa se fuera con ventaja al descanso.

La reanudación cambió a partir de que el técnico cadista movió el banquillo y metió a Alameda y Nando. Este último se hizo con el balón en la zona ancha y provocó que el adversario reculara hacia su área cuando aún quedaba más de media hora de partido. Ese empuje y la inspiración de un jugador como Carlos Martínez hicieron el resto. El único canterano que hasta ayer ha debutado con el primer equipo del Cádiz en la presente temporada firmó el empate con un gol que dice muchísimo de sus condiciones.