El Cadiz CF Mirandilla cayó en El Rosal ante el Yeclano en un partido para olvidar, que se le puso en contra desde el primer momento y en el que nunca tuvo la sensación de tener opciones reales de sumar algo positivo.

Sin tiempo para nada, a los 15 segundos, Salinas sorprendió a propios y extraños con un zapatazo desde muy lejos que pilló algo adelantado a Víctor Aznar y supuso el 0-1. Gran parte del trabajo y la pizarra de Alberto Cifuentes, en la grada por sanción, se iban al traste porque tocaba remar contra corriente, aunque, eso sí, quedaba todo el encuentro por delante.

El filial intentó reaccionar de inmediato y gozó de dos grandes opciones para igualar la contienda. En el 4’, con un centro de De la Rosa al segundo palo al que no llegó por poco Peru. Y en el 6’, al anular el colegiado por fuera de juego un gol de Carlos Algarra, que remató tras una falta lateral botada por Genar. Broncano Suárez tomó la decisión a instancias del auxiliar de banda.

Después del empuje de amor propio de los amarillos, el cuadro murciano se asentó y pasó a controlar la situación aunque sin crear peligro. El escenario le favorecía y más aún cuando en el minuto 19 Salinas clavó en la escuadra izquierda una falta peligrosa más allá de la frontal. La efectividad del rival se traducía en el 0-2.

El segundo tanto afectó en el aspecto anímico a los locales, que esta vez no respondieron espoleados sino con alguna pequeña variante como el cambio de banda entre De la Rosa y Diarra poco antes de que el primero de ellos tuviera que abandonar el rectángulo de juego por una lesión muscular.

Hasta la recta final del primer tiempo no volvieron a acumular trabajo Iván Martínez y la defensa del titular de Yecla, en una internada por la derecha de David Gómez que no encontró a ningún compañero y sobre todo en un penalti cometido por Gabri que lanzó Peru flojo, a la izquierda, para que lo detuviera el cancerbero. Justo antes del descanso también pudo recortar distancias Genar en un cabezazo que se marchó desviado al saque de un un córner.

El regreso del vestuario mantuvo la dinámica negativa porque a los cinco minutos Víctor Aznar se resintió de unas molestias y tuvo que dejar su puesto entre los palos a Nando, que apenas pudo tocar el cuero cuando tuvo que recogerlo del fondo de la red al anotar Mario Ucles, solo en el área, el 0-3.

El jarro de agua, acaso definitivo, tuvo un intento de réplica inmediata con un disparo alto de Bastida a pase de Diarra. Pero a los amarillos les empezaba a faltar convicción, si es en algún momento la hubo en una contienda que prácticamente nació torcida.

Así y todo, en el 61’ Gabri evitó en la línea de gol el 1-3 tras un cabezazo de Carlos García y a renglón seguido Iván Martínez atajó con seguridad otro de Peru. El Cádiz CF Mirandilla se volcaba en ataque, con más corazón que cabeza, dejando atrás muchos espacios para las contras del Yeclano.

Los pupilos de Cifuentes pretendían la superioridad desde la posesión, abriendo a uno y otro lado del verde, y la presión tras pérdida, pero el rival se defendía con orden y disciplina, y además cuando robaba y podía mover el esférico siempre daba sensación de peligro. El paso del tiempo jugaba a favor de los foráneos, obviamente.

Cifuentes ordenó quemar las naves con cambios ofensivos, dejando por momentos una defensa de tres, en la práctica a veces de dos para cerrar las contras. Pero así y todo el filial sólo se mostró de forma puntual superior a su adversario, que combatió la acumulación de hombres en la zona ancha con rigor y magnífico posicionamiento. Sobresaliente la intensidad y concentración de los murcianos hasta el final pese a la clara ventaja en el marcador.

Ni siquiera se descompuso el Yeclano cuando Mwepu recortó la brecha al marcar el 1-3 en el corazón del área. El atacante pudo meter de lleno al Cadiz CF Mirandilla en el partido poco después, si bien cabeceó fuera con todo a favor. Los gaditanos insistieron en los últimos minutos con fe, asumiendo el lógico riesgo atrás. Pero ya no hubo más.