Ridículo del Cádiz B en el campo de uno de los equipos más modestos de los cinco grupos de Segunda RFEF, el Panadería Pulido, que se impuso 1-0 en un partido que controló de inicio a fin y en el que las paradas de Víctor Aznar y los palos evitaron que la victoria de los canarios fuera mayor. Muy mala imagen del conjunto de Alberto Cifuentes, que regresa a las andadas y que tiene de nuevo la amenaza del descenso sobre la mesa.

El conjunto gaditano no se enteró en la primera parte de lo que iba la historia. Nunca se adaptó al campo de moqueta del estadio Vega de San Mateo y quedó a merced del vicecolista del grupo. Los amarillos -este domingo de azules- nunca estuvieron cómodos y las sensaciones que dejaron en el duelo hasta el descanso fueron muy pobres. Apenas se acercaron a la portería del conjunto canario, que mandó con sus armas y ya mereció en el primer acto marcharse con ventaja.

Las principales llegadas fueron del Panadería Pulido, que especialmente en un centro-chut de Felipe Quintero, en un lanzamiento de Raúl Sosa, en un paradón de Víctor Aznar ante Javi Martínez, en un fallo increíble de Rayco en boca de gol y en un tanto anulado pudieron romper a base de bien el marcador.

Las sensaciones eran más que preocupantes de un Cádiz B muy desdibujado, sin carácter ni espíritu combativo que estaba dejando visos de falta de argumentos sobre todo ofensivos.

El inicio de la segunda parte trajo lo que se esperaba y era más justo. Felipe Quintero recibió al borde del área, se cambió el balón de pierna y soltó un zapatazo que se coló a la izquierda de Víctor Aznar. Gol merecido para los 'panaderos'. El tanto no trajo variación en el filial salvo los cambios de un Cifuentes desbordado por la incapacidad de los suyos. Jorquera, Dani García y Rodallega entraron para encontrar alguna fisura en un equipo rival que antes de este encuentro había ganado dos partidos en 23 jornadas.

Sin embargo, el Panadería Pulido seguía firme en sus llegadas y las ocasiones se repetían ante Aznar para ampliar la cuenta y poder sentenciar un duelo claramente inclinado a los de casa en cuanto al juego. De nuevo el larguero salvó a los cadistas, así como su portero porque los de casa se crecían ante un rival inferior.

El duelo se acabó con la merecida victoria del conjunto canario ante la peor versión del Cádiz B, que nada hizo bien para encontrar premio en esta salida a un campo que ha sido un 'chollo' para casi todos los adversarios. El descenso vuelve a ser una amenaza seria para los de Cifuentes, que entran en las diez jornadas finales metidos en problemas y a la espera de recibir el próximo fin de semana al temible Ceuta.