Apuntan desde lo más alto (2-0)

El San Fernando, con goles de Carlitos y Ñoño, se impone al todopoderoso Cartagena. La afición despide al equipo en la primera parte con aplausos y al final con fiesta

Los jugadores isleños saludan al graderío al término del partido. /Rioja
Los jugadores isleños saludan al graderío al término del partido. /Rioja
Jordi Agabo / San Fernando

02 de diciembre 2012 - 19:00

Ya no va más. Hagan juego señores. El San Fernando continúa sumando, sigue teniendo a los suyos en una nube, y prolonga una semana más este sueño, un sueño que parecía imposible. Ahora sí. Ahora hay que frotarse los ojos para ver lo que está haciendo el San Fernando de Masegosa, de Luna, de todos los azulinos.

Ayer La Isla futbolística fue una fiesta. Y lo fue porque su equipo se empeñó en que la comunión con la afición fuese definitiva y ésta respondió como sólo lo sabe hacer la gente de San Fernando, de manera sublime. Que bonito lo que pudimos vivir ayer en Bahía Sur, todos lo que tuvimos la suerte de estar allí.

Enfrente, el rival más temido, el líder, el equipo del talonario, confeccionado para pasearse por el grupo, para que nadie le pueda toser. Y el San Fernando no solamente le tosió, sino que lo resfrió hasta dejarlo helado, hasta hacerlo perder la paciencia, hasta, casi por poco, ridiculizarlo. Ayer sí algún equipo fue grande, ese vestía de azul y blanco.

Cabe, en el inicio, comentar que éstos partidos motivan de manera especial y que se sigue pensando únicamente en llegar a los 43 benditos puntos. Pero cabe comentar, que si el equipo de La Isla continúa por estos parajes, tendremos que ver otra cosa más que la permanencia.

Y es que los isleños ya tienen por costumbre y lo hacen casi a ciegas; el presionar, el estar ordenados, el vencer en balones divididos, el no dejar pensar al rival, el robar y salir con rapidez. En definitiva, trabajar a destajo para lograr el objetivo, que no es otro que ahogar al rival.

Y da igual quien salga. Ayer faltaban tres, y después de la lesión de Sambruno cuatro, de los habituales, pero la lección está aprendida y Masegosa ha aleccionado a los suyos en el esfuerzo no gratuito y en hacer equipo.

El técnico puso en liza a Iván Guerrero por delante de la defensa, secundado algo más por delante por Adri Cuevas y ocupando la zona de media punta, esa que dejó Pedro Carrión con su lesión, a Carlitos. Las bandas para Pecci y Juanse y el falso nueve para el jugador más en forma, Ñoño.

Ese esquema sirvió para que los compases iniciales del choque fueran azulinos. Curiosamente, y así lo declaró Pato en la rueda de prensa, el San Fernando no salió a esperar al rival. Ya incluso, se siente cómodo cuando es él el que busca al contrario.

Carlitos y Ñoño, curiosamente los dos hombres que después marcaron, tuvieron respectivamente las primeras ocasiones de gol de la tarde y en el 36' una falta botada por el propio Ñoño desde el vértice del área, fue rechazada por un defensor visitante con la mano. El cuero llegó mansamente a los pies de Sambruno que, incluso ya con el pómulo roto de unchoque en el intento de remate, tuvo la osadía de rematar a bocajarro, respondiendo Víctor con una tremenda intervención.

Tres minutos después, una falta lanzada por Verdú sorprendió a propios y extraños y se estrelló en travesaño de un Cartagena que en la primera mitad, ni la olió. Cuatro a cero, ese es el bagaje con el que finalizó el primer tiempo, cuatro ocasiones de gol locales y cero, visitante. La reacción de los espectadores no se hizo esperar y despidió al equipo con una tremenda salva de aplausos, como preludio de lo que venía a continuación.

Masegosa es propenso a arengar a los suyos en el descanso, pero creo que ayer no hizo falta. Su equipo andaba con la motivación suficiente para seguir haciendo las cosas bien y aunque en el inicio de la segunda mitad el partido comenzó frío, no tardó mucho en comenzar a caldearse el ambiente.

Y fue Roberto Rodiel el culpable directo de ello. El isleño sacó de su chistera la magia que atesora en una rápida jugada repleta de paredes hasta que el cuero llegó a los pies de Carlitos. Ni corto, ni perezoso, el chiclanero redondeó una gran actuación con un soberbio disparo que mandaba a la lona al Cartagena.

A raíz del gol isleño cambió el panorama. Los visitantes demostraron el porqué son temibles y lo cierto es que el San Fernando tenía que hacer algo a lo que había dejado de acostumbrarse ya, nadar y guardar la ropa.

Apretaron de lo lindo los de Pato, que incluso contaron con su oportunidad en el 77, a la salida de un córner. Pero los albinegros solamente ponían peligro a balón parado y la zaga azulina no iba a tirar por tierra lo que tanto había costado.

En una contra, ya en el descuento, Ñoño terminó de romper la algarabía local y el estadio se convirtió en una fiesta cuando el isleño, a pase de Juanse, anotaba de bonita vaselina el definitivo dos a cero con el que cerraba un apasionante partido y hacía realidad un sueño, hasta ayer inalcanzable.

El San Fernando es líder, y lo es porque está empatado a puntos con los cinco equipos que tienen en estos momento 27. El San Fernando de Pepe Masegosa, continúa haciendo historia. El San Fernando de Dani Luna, sigue haciendo vibrar a una afición que no quiere despertar. Ayer, el San Fernando fue más grande que nunca.

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