En torno a medio centenar de vecinos de la zona roteña de Aguadulce sufren un corte del suministro eléctrico que dura ya dos semanas.

El pasado 5 de noviembre se registró una avería que los propios residentes del lugar repararon, pero desde entonces vienen reclamando sin éxito a Endesa que restablezca el servicio en este barrio de Rota con numerosas viviendas irregulares –buena parte de ellas, segundas residencias- que está pendiente de urbanización desde hace años.

Los roteños que se quejan son los que, efectivamente, residen en la zona durante todo el año. La asociación de vecinos de Aguadulce ha hecho pública su “desesperación” ante esta “situación insostenible” en pleno estado de alarma con toque de queda y demás medidas restrictivas a causa de la pandemia del coronavirus.

El colectivo sostiene que la mayoría de los vecinos disponen de contadores y, por tanto, pagan las correspondientes facturas de la luz, si bien admite que hay enganches ilegales que atribuye precisamente a la asignatura pendiente de la regularización urbanística que demanda la zona. Con todo, defiende que los residentes cumplidores –pago del IBI incluido- no tienen por qué verse sometidos a esta situación.

En estas dos semanas, los vecinos y el único establecimiento comercial de Aguadulce, una tienda de alimentación y otros productos de primera necesidad, se han visto obligados a echar mano de generadores para afrontar la situación, con el consiguiente coste económico que supone. La asociación destaca que la mayor parte de los residentes son personas mayores entre las que hay quienes incluso necesitan respiradores eléctricos para dormir.

La entidad vecinal tiene previsto reunirse este miércoles con el Ayuntamiento para que intervenga ante la compañía eléctrica con alguna solución, siquiera provisional, que permita a este barrio roteño recuperar el suministro eléctrico y también el de agua, recordando que el abastecimiento en la zona es mediante pozos.

En cuanto a la problemática general de la zona, el colectivo vecinal asegura estar trabajando en el proceso de urbanización, si bien apunta que para que sea posible necesita de la ayuda de las administraciones.