Rugidos de pasión, el legado del Motoclub Chiclanero sobre dos ruedas

Esta entidad fue fundada en 1967 con el objetivo de fomentar actividades que avivaran la pasión por las motocicletas en la región

En la actualidad, el club tiene 100 miembros que llevan a cabo concentraciones a nivel local y nacional

Chiclana a caballo, de la pista al corazón

Manuel Rodríguez en una carrera de motociclismo.
Manuel Rodríguez en una carrera de motociclismo. / D.C.
Carla Gómez

27 de octubre 2024 - 06:00

El motociclismo ha tejido una rica historia en Chiclana, un municipio que, a lo largo de los años, ha cultivado un profundo amor por las motos, dejando una huella indeleble en la cultura local. Esta tradición, marcada por la dedicación de clubes locales, ha evolucionado a lo largo de las décadas, reflejando no sólo el desarrollo del deporte en sí, sino también los cambios sociales y tecnológicos que han moldeado a la comunidad.

La historia del motociclismo en Chiclana comienza a tomar forma a finales de los años 60, en un momento en que modelos como la Vespa y la Lambretta empezaban a ganar popularidad. Fue en 1967 cuando un grupo de entusiastas, liderado por José García Navarro, fundó el Motoclub Chiclanero. “En aquella primera reunión, 28 personas decidieron unirse y formar la primera Junta Directiva, con Manuel Torres García como presidente y José García Navarro como secretario”, relata Agustín Leal, actual presidente del club y un testigo clave de esta evolución.

Desde sus inicios, el club se propuso promover actividades que alimentaran la pasión por las motos en la región. Uno de los hitos más significativos se produjo en 1972, cuando se organizó la primera concentración de motocross en la barriada de La Soledad, evento que atrajo a los mejores pilotos de España, consolidando la reputación del club y fomentando el interés por el motociclismo en la región. “Hemos llegado a tener hasta 500 socios, pero hoy en día contamos con alrededor de 100, la mayoría de ellos personas mayores”, reflexiona Leal, quien ha permanecido activo en el club desde sus inicios.

Agustín Leal, presidente del Motoclub Chiclanero.
Agustín Leal, presidente del Motoclub Chiclanero. / D.C.

El Motoclub Chiclanero ha jugado un papel crucial en la difusión del motociclismo en la región. Agustín Leal, actual presidente del club, es un claro ejemplo de esta transformación. Desde su infancia, Leal ha mantenido una conexión especial con las motos. Recuerda con nostalgia: “Cuando era pequeño y vivía con mi abuela, soñaba con las motos. Tenía unos 8 años y me imaginaba despertando con una Vespa en casa. Desde que era un niño, me atrajo el mundo de las motos. Había un taller de automóviles cerca de mi casa, y tras salir del colegio, iba allí. El dueño tenía una moto que había comprado y siempre me la dejaba para dar una vuelta por el barrio. Desde muy joven, mi pasión era el motor, tanto de motos como de coches. A los 14 años, ya había podido comprar mi primera moto”, explica el presidente del club. A los 15 o 16 años, comenzó a seguir al Motoclub Chiclanero en sus concentraciones y eventos, ayudando a organizar actividades. Pero no será hasta 1973 que se unió formalmente al club y a su directiva.

Sin embargo, el panorama actual es diferente. “La juventud va por libre, es independiente. Las nuevas tecnologías, como los móviles y tabletas, han aislado a los jóvenes. Ya no se preocupan por practicar deportes. Antes, el Club Chiclana de Fútbol y el Motoclub Chiclanero eran las únicas opciones”, lamenta.

Consciente de la necesidad de revitalizar el interés por el motociclismo entre los jóvenes, el club está desarrollando un proyecto innovador : “Tengo un estudio basado en la creación de escuelas para motos eléctricas pequeñas de iniciación, en colaboración con el alcalde José María Román. Esta idea surge a raíz de unos vídeos que vi de Inglaterra, donde están realizando pruebas con bicicletas eléctricas y motos pequeñas para niños”, explica el aficionado. 

Este enfoque no sólo busca atraer a las nuevas generaciones, sino también inculcar una cultura de seguridad en la conducción. “Siempre les digo a los jóvenes: no conoces una moto hasta que no has recorrido al menos 10,000 kilómetros con ella. No se puede creer que porque cojas una moto hoy, mañana ya eres Marc Márquez. Es esencial conocer los límites de la moto, tus propios límites y el estado de la carretera”, recalca.

A pesar de los avances, el motociclismo en Chiclana enfrenta retos significativos. Las carreteras en la sierra, cruciales para la práctica de este deporte, se encuentran en mal estado. Leal critica la falta de inversión en el mantenimiento de estas vías, lo que representa un peligro tanto para motociclistas como para otros usuarios. “El director de la Guardia Civil de Tráfico sugiere disminuir la velocidad, pero yo siempre digo que no se van a salvar vidas así. La clave está en mejorar las carreteras”, señala con firmeza.

El motociclismo en Chiclana va más allá de ser una simple afición; para muchos, es una forma de vida. “La moto es igual que un hijo, cuando te llevas tres días sin coger la moto es como cuando llevas dos días sin ver a un hijo. Estas deseando subirte en ella y hacer alguna escapada. Ese contacto con la naturaleza es único”, comparte el presidente, quien también se involucra en actividades organizadas por el Ayuntamiento, como triatlones y eventos comunitarios.

Manuel Rodríguez ganador en una de las competiciones de motocross.
Manuel Rodríguez ganador en una de las competiciones de motocross. / D.C.

La historia del motociclismo en Chiclana no sólo refleja la pasión por las motos, sino también un compromiso inquebrantable con la comunidad. El Motoclub Chiclanero ha sido un pilar que ha fomentado un sentido de pertenencia y camaradería entre sus miembros. Sin embargo, Agustín Leal advierte que este legado está en riesgo si no se involucran nuevas generaciones: “El club está en manos de los jóvenes. Si no hay continuidad, el legado de esta entidad desaparecerá”.

La trayectoria del motociclismo en Chiclana es un testimonio de la dedicación y el compromiso de sus miembros. A pesar de los desafíos, la visión de Leal y su equipo es clara: fomentar la educación, la seguridad y la participación para asegurar que el motociclismo siga siendo una parte vital de la comunidad.

En sus propias palabras, Leal invita a todos a unirse a esta “pequeña, pero importante familia” para mantener vivo uno de los deportes más trascendentes: el motociclismo. 

stats