La plaza de las Bodegas, un emplazamiento al alza

La plaza de las Bodegas apunta maneras para convertirse en uno de los puntos céntricos de interés para los chiclaneros. Atraídos por el proyecto de apertura del nuevo mercado de abastos, los empresarios están acudiendo progresivamente a la zona para ubicar negocios de diversa índole.

La oficina de Caja Inmaculada, inaugurada el pasado jueves, ha sido la última en sumarse a las sucursales de Ibercaja, la primera que se instaló en la plaza, Barclays y Caixanova, ambas de reciente apertura. A pesar de que el momento económico no es el más apropiado, las entidades bancarias han decidido apostar por el fomento de la actividad económica de Chiclana y la Bahía. Este tipo de negocios plantean un futuro en el que la actividad de la mañana marque el carácter de la plaza de las Bodegas.

Otros sectores, como el de las comunicaciones y la telefonía móvil también han encontrado su hueco en este lugar. Ana atiende desde hace un año a los clientes de Telecor, uno de los locales que hacen esquina con la plaza de las Bodegas: "La ubicación actual del mercado nos beneficia, pero no estamos seguros de cómo nos afectará el cambio". Añade que las recientes fiestas de la Patrona y las diversas actividades desarrolladas este veranos han atraído a nueva clientela que se interesa por los servicios que ofrecen.

Dentro del programa de eventos culturales del verano 2008, el ayuntamiento ha cedido gran protagonismo a la plaza de las Bodegas. La celebración del XIX Verano de Títeres y las proyección de películas para los más pequeños han tenido como escenario la plaza que actualmente se encuentra obras. El mercado medieval, que se ha convertido en todo un clásico en los veranos de Chiclana, cumplió este año su segunda edición en este emplazamiento. Los numerosos puestos de artesanía y las atracciones se distribuyen sin problemas en el amplio espacio de la plaza, cada vez más apreciada para la organización de actividades similares.

El Centro Comercial levantado desde hace casi un año, juega un papel fundamental en la vida de este rincón. En la actualidad, la afluencia de público tiene su origen en el aparcamiento sobre el que se asienta el llamado Centro Comercial Plaza. Aún así, el retraso de la apertura del nuevo mercado previsto para mediados de diciembre, está impacientando a los comerciantes que en la actualidad mantienen sus tiendas abiertas. La mayoría esperaban que el proyecto del mercado estuviera listo, sin embargo, se han encontrado con una situación en muchos casos insostenible.

Pepi se pasa el día esperando que alguien entre en su tienda de regalos abierta desde diciembre de 2007: "No creo que pueda aguantar más meses de pérdidas". Aunque su negocio ha notado los momentos de animación y actividades en la plaza, la gran cantidad de locales vacíos despistan a la clientela que se sorprende al descubrir que el centro comercial está abierto. La falta de información sobre la existencia de estos negocios han llevado a muchos de los empresarios ubicados des de el primer momento en el centro comercial Plaza a cerrar sus tiendas: sólo aquellos que sean propietarios del local tendrán la oportunidad de reanudar su actividad cuando el mercado por fin abra sus puertas.

Los hosteleros como José de la cafetería La Esperanza vieron una buena oportunidad en el Centro Comercial Plaza. Dos semanas le han bastado para darse cuenta de que la situación allí es muy precaria: "No sabemos lo que vamos a hacer. Ni siquiera hay ganancias suficientes para pagar el alquiler". José reconoce que la actividad de las cafeterías y restaurantes es mayor que en el resto de los negocios aunque también "tienen más gastos".

La situación de Jesús, a pesar de la especialización de su negocio dedicado al cultivo alternativo, es la misma. Espera que mediante el boca a boca su tienda se dé a conocer. Añade que la gestión del centro comercial es deficiente: "Sería necesario un reclamo en el exterior del edificio que atrajera al público". Tiene dudas sobre la fecha de apertura del mercado dada desde el ayuntamiento: "Hoy en día la palabra no es garantía de nada".

A pesar de estos problemas, el entorno de la plaza de las Bodegas parece prepararse para un futuro mejor. Numerosos carteles en las fachadas anuncian el alquiler de locales que, según se espera, acogerán tiendas y oficinas que convertirán este rincón en un punto clave para Chiclana.