Pablo Otero: "Dedicarse al cine requiere realizar muchos esfuerzos"
Director, guionista y artista de efectos visuales digitales, el nombre de este chiclanero aparece en películas de gran éxito como ‘Spiderman, ‘La Sirenita’, ‘Downton Abbey’ y ‘Alien: Covenant’
Sus cortos ‘Baba’ y ‘Umbra’ han logrado veinte premios en diferentes festivales

En los créditos de exitosas películas como ‘Spiderman, ‘La Sirenita’, ‘Downton Abbey’, ‘Alien: Covenant’ y la serie ‘The Mandalorian’, entre otras muchas, aparece un nombre: Pablo Otero, un chiclanero experto en Efectos Visuales Digitales (VFX), profesión que compagina con la de director y guionista de cine y cuyos cortometrajes han triunfado y triunfan en festivales de todo el mundo. Basta decir que ‘Baba’ ha obtenido cinco premios y su último trabajo, ‘Umbra’, lleva cosechados quince y acaba de ser seleccionado para la sección oficial de Filmets, festival calificador de los Premios Goya. A todo ello se suma su labor como profesor en el Laboratorio de Interpretación de Sevilla.
Pregunta.–¿Cómo fue tu primera toma de contacto con el mundo del cine?
Respuesta.–Recuerdo de niño ver la tele con mi madre, esperando a que terminasen los anuncios para que empezara la película. Era muy excitante. La primera que vi en pantalla grande fue ‘Gremlins 2’, en el Cine Alameda en San Fernando, tendría 6 o 7 años. Disfruté como un enano.
Luego, la que hizo que no quisiese dedicarme a absolutamente nada más que a hacer películas fue ‘Parque Jurásico’. Me senté en la sala y, de repente, se apagó la luz, empezó esa música y apareció ese logo… treinta años después sigue poniéndome los vellos de punta.
P.–En 2008 estrenaste ‘Nexo’ y más tarde dirigiste ‘Norte, Sur, Este, Oeste’.
R.–‘Nexo’ fue un mediometraje, compuesto por tres cortos, que pude rodar con ayudas de empresas, incluidas algunas de Chiclana y el Ayuntamiento. Creo recordar que estaba Higinio y Miguel Ordóñez. Fui de puerta en puerta buscando financiación y así pudimos acceder a un material que nos permitió vivir lo más cercano a una experiencia profesional.
Siempre estaré muy contento con su resultado. Además, me alegra muchísimo saber que muchas de las personas que integraron ese equipo, que dieron ese paso conmigo, son hoy profesionales reconocidos en la industria.
Por otro lado, ‘Norte, Sur, Este, Oeste’ es un proyecto que rodé en Madrid, justo antes de irme a Londres. La crisis de 2008 llegó de repente y encontrar financiación era prácticamente imposible. Al final, gracias a mi director de fotografía, suplimos la falta de medios con equipos técnicos, cámaras y demás que nos prestaron, pero que se utilizaban en primerísima división.
El acabado a nivel plástico de ese corto era increíble. Veía las imágenes cuando estábamos rodando y pensaba: “Esto es cine”. A ello se unió que al proyecto se sumaron Aitor Merino, uno de los protagonistas de ‘Historias del Kronen’, y David Pinilla, que entonces era un secundario habitual en televisión. Yo miraba a través del monitor, con esa imagen, esas ópticas, esos dos actores, y decía: “Ya soy director”.
P.–Y luego vino ‘Baba’.
R.–Debido a la crisis, como muchos jóvenes, me fui a Inglaterra. Tuve que aparcar mi carrera como director y guionista para dedicarme a otros menesteres y me formé como artista de efectos visuales digitales (VFX). Posteriormente, con la implantación del teletrabajo, mi mujer y yo decidimos volver a España. Queríamos estar cerca de la familia y nos instalamos en Chiclana. Pronto pensé: “Es hora de hacer otro cortometraje”, y decidí poner en práctica todo lo que había aprendido a nivel profesional en términos de efectos visuales. De ahí, nace ‘Baba’, que nos ha dado muchísimas alegrías. Ha estado en más de 60 festivales a nivel nacional e internacional y ha obtenido cinco premios.

P.–Actualmente, estás en plena promoción de tu último cortometraje, ‘Umbra’, que ya ha pasado por más de 80 festivales.
R.–‘Baba’ fue un éxito, pero se me quedó un cierto sabor agridulce. El distribuidor, cuando vio el cortometraje, me dijo: “Pablo, es increíble, me encanta, pero tenemos un problema, es demasiado fantástico para que se lo tomen en serio en festivales generalistas y demasiado dramático para los de terror y fantasía”. Es decir, estaba un poco en tierra de nadie. Y añadió: “Haz uno que sea terror puro y duro”.
'Umbra’ es un drama de terror, que actualmente cuenta con 81 selecciones oficiales”
Al final, acabé con algo entre medias, porque ‘Umbra’ es un drama de terror, a pesar de ello, a día de hoy tiene 81 selecciones oficiales. Además, recientemente, nos anunciaron que estará en la sección oficial de Filmets de Badalona, festival calificador de los Premios Goya. ‘Umbra’ ha logrado quince premios y todavía le queda recorrido, así que estamos muy contentos con el resultado.
P.–A estas facetas de director y guionista, se une una carrera, también exitosa, como VFX Artist, con trabajos en grandes producciones.
R.–Como comenté antes, nació de una necesidad. Poco a poco logré meterme en ese mundo y he tenido la suerte de trabajar en proyectos enormes, como ‘Alien: Covenant’, las dos últimas películas de ‘Vengadores’, las dos últimas de ‘Spiderman’, ‘La Sirenita’, ‘The Mandalorian’, etcétera.
De aquella crisis económica, en mi caso, nació una oportunidad, aunque hay que decir que también estudié y me lo curré muchísimo. No fue fácil.
P.–¿Somos conscientes los espectadores del trabajo que hacen los profesionales de VFX?
R.–Sinceramente, creo que no, porque las películas con efectos visuales tienen un trabajo tremendo detrás, que en determinados casos se menosprecia con el argumento de que lo digital no es real. Sin embargo, hay historias que por su naturaleza no pueden ser contadas de otra manera, porque si no seguiríamos estancados en los 90.
Además, levantar una película como las dos últimas de ‘Vengadores’ conlleva mucho trabajo, hay muchísimos estudios involucrados, y cada uno puede tener a 120 personas dedicadas a tan solo tres secuencias. En fin, supone, todo un esfuerzo a nivel global.
Las películas con efectos visuales tienen un trabajo tremendo detrás, que a veces se menosprecia”
No es como se creen muchos que con la Inteligencia Artificial pulsas dos botones y película hecha. Aunque eso de la IA es un tema a discutir.

P.–Compaginas todo esto con la enseñanza. ¿Cuál es la lección más importante que puedes transmitir tus alumnos?
R.–He sido profesor en dos escuelas, en la de cine de Cataluña, donde estuve enseñando VFX, y ahora estoy en el Laboratorio de Interpretación, de Sevilla, que dirige el actor Sebastián Haro.
R.Para ambas, mi respuesta es igual: dedicarse al cine requiere mucho esfuerzo, mejorar, leer y estar continuamente al día, en el caso de los VFX de las últimas tecnologías. Con la interpretación, ocurre prácticamente igual. Cada personaje te va a exigir que trabajes ciertas emociones de diferentes maneras y, por lo tanto, hay que estar formándose continuamente.
P.–Y, para terminar, ¿qué proyectos tienes?
R.–Estoy inmerso en un cortometraje que va a producir la escuela de interpretación. Empezó siendo algo pequeñito, pero como siempre me pasa involucro a personas y medios hasta que se convierte en un sarao. Será un cortometraje de terror, de época, que rodaremos a finales de junio en Úbeda, en un palacete de principios del siglo XIX. Estoy muy ilusionado.
En paralelo, preparo el desarrollo y el guión de la que quiero que sea mi primera película, que espero que se transforme en toda una realidad en un futuro no muy lejano.
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