“Creía que los cavernícolas ya eran historia”
Vecinos de Chiclana denuncian comportamientos incívicos de residentes que dejan o arrojan basura en los espacios públicos
Pocos puntos del municipio se salvan de este tipo de actitudes
El Ayuntamiento de Chiclana retira del río Iro cerca de cinco toneladas de residuos
En 2015, en la ciudad mexicana de San Nicolás de los Garza, una de las más ricas y con el mejor servicio de recolección domiciliaria de residuos del país, apareció una valla publicitaria con una imagen que simulaba las usadas en los archivos policiales, donde una persona portaba en su pecho un mensaje: “Detenido por cochino”. Era parte de una polémica campaña puesta en marcha por su ayuntamiento para evitar que se depositara basura en espacios públicos.
Aunque, ciertamente, la medida resulta de lo más extrema, también es verdad que son innumerables las urbes que en todo el mundo padecen este tipo de comportamientos incívicos. En España no hay más que realizar una sencilla búsqueda en internet para advertir que es un problema bastante común. Afecta a poblaciones de todos los tamaños y repartidas por toda su geografía: Mérida, Barcelona, Palma, Girona, San Vicente de Montalt, León, Tarragona… Y en esta cuestión, Chiclana no iba a ser una excepción. Las redes sociales están atestadas de quejas y denuncias de vecinos al respecto.
“Chiclana, a las 14.30 horas, un hombre medianamente joven acaba de tirar la basura al suelo, claro porque lo de arrojarla dentro del contenedor es mucho pedir. No sólo no respeta horarios, es que encima no entra en razón. Dice que él hace lo que le da la gana porque “es de Chiclana”, algo así ha sido su contestación a la falta de civismo y de educación. Yo creía que los cavernícolas ya eran historia, pero que va... siguen por aquí, por el pueblo”. Este es el sentir que un ciudadano expresa vía online ante un suceso más habitual de lo que se cree y del que pocos puntos del municipio se salvan.
Así, residentes de Fuente Amarga, han dado a conocer públicamente una situación que “se repite a diario detrás del establecimiento del peluquero Melchor, Allí, un grupo de jóvenes —los mismos casi siempre— se reúne cada tarde y noche, dejando basura por todas partes, sin ningún respeto por el entorno ni por los vecinos”. Parecida circunstancia se vive en La Cucarela: “Hablamos de aglomeraciones de personas pasadas la medianoche, consumo de alcohol en la vía pública, acumulación de basura, carreras ilegales y vehículos modificados circulando a altas horas con un nivel de ruido insoportable”.
Y, en contra de lo que muchos piensan, La Barrosa también sufre las consecuencias de este tipo de conducta. La asociación Toniza-Ecologistas en Acción Chiclana denunciaba hace unos días, a través de un vergonzoso vídeo, cómo había quedado una zona de dunas de la playa, después de una noche de acampada, que según quienes grabaron las imágenes no era la primera vez que ocurría. La escena es lamentable. Sillas rotas, toallas, botellas de plásticos, bolsas repletas de desechos e incluso chanclas se encontraban abandonadas en este espacio de gran valor medioambiental.
Asimismo, muchas calles de la segunda pista, cercanas a donde se encuentra la zona de ocio, al amanecer aparecen con papeles, sobras de comida, bolsas de plástico, latas y más de una botella de alcohol.
Un vecino, también en internet, se pregunta: “¿Qué le pasa en Chiclana? ¿Es el Levante? ¿El agua?”, y añade: “Veo a diario gente tirando colillas encendidas y papeles por la ventanilla de su coche. Veo basura por todos lados, bolsas y cúmulos de deshechos de todo tipo alrededor de los contenedores. La gente tira sus mierdas en donde le pille… ¿Es por falta de civismo? ¿Es por falta de cultura? ¿Por mala gestión del Ayuntamiento? Que alguien me ayude a entender, porque yo no lo entiendo…”
Ni el río Iro se libra. Basta recordar que la empresa concesionaria del servicio de limpieza del Consistorio, Vertresa, retiró recientemente cerca de cinco toneladas de residuos acumulados en su cauce y orillas. Entre la basura, se encontraron bicicletas, ciclomotores, carros de supermercado, muebles y palés, vallas de obras, neumáticos, conos, ramas, tapacubos y hasta un bolardo.
De ello es consciente el Ayuntamiento de Chiclana, que, a pesar de haber reforzado de forma considerable en los últimos tiempos el servicio de limpieza en todo el término municipal, observa con cierta impotencia cómo se repiten estas actuaciones.
Así, en los últimos meses, la Policía Local ha emprendido una campaña en sus redes sociales, donde denuncia estos sucesos.
En una de estas publicaciones, fechadas en mayo, dice: “Muebles tirados en plena calle, palés, restos de poda, bolsas fuera de los contenedores, esquinas convertidas en vertederos improvisados. Las imágenes hablan por su solas…” Y añade: “Esto no es civismo. Esto no es responsabilidad. Esto ensucia nuestras calles, molesta a los vecinos y cuesta dinero a todos”.
En otra más reciente, indica: “Abandonar basura en la calle no solo afea nuestro entorno, también contamina y puede generar sanciones”, a la vez que pide que se use los contenedores adecuados y se respete los horarios de recogida. “Cuida tu ciudad como cuidas tu hogar”, apunta, para terminar recordando que el Ayuntamiento ofrece un servicio gratuito de recogida de muebles y enseres. “Solo tienes que llamar al 956 100 800. ¡Así de sencillo! ¡Entre todos podemos hacer una ciudad más limpia y agradable!”.
Hasta el propio alcalde, José María Román, ha advertido en un vídeo sobre estas deleznables prácticas. Tras recordar el horario para depositar los residuos, de 7 de la tarde a 10 de la noche en el centro de la ciudad y las 24 horas del día en el resto del municipio, pide colaboración para “que Chiclana esté más limpia, no veamos basura arrojada fuera de los contendores y así entre todos hacer de Chiclana una ciudad mejor”.
Días más tarde, mostraba una fotografía de sillas en el cauce del río a su paso el centro, con el texto: “Recién limpiado. Estos comportamientos ayudan poco”.
Sencillamente, desalentador.
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