La zona de arrecifes artificiales que fue creada en Sancti Petri hace algunos años para reactivar el debilitado sector pesquero de la localidad continúa a la espera de que se apruebe la modificación de la Ley de Pesca Marítima 3 de 2001. De esta forma, con la nueva regulación pesquera, los turistas podrán embarcar en los botes de los pescadores con el fin de disfrutar de una agradable jornada pesquera.

Con esta iniciativa se pretende reactivar y mejorar la situación veraniega de los pescadores que sufren un descenso de su actividad y por tanto de sus ganancias.

Esta iniciativa, que sería ofertada como un reclamo turismo, supondría que una parte de los ingresos totales fuera directamente a los marineros. solventando, de alguna manera, la situación que viven durante el período estival.

La iniciativa arrancó en 2005, cuando se fondearon 56 módulos de hormigón que aseguraran, como además se hizo evidente en reiterados estudios, la colonización del arrecife por especies como la urta, la dorada, el pez limón o el pargo. Dichos bloques fueron ubicados a una distancia de aproximadamente 6 millas del poblado de Sancti Petri, ocupando una superficie de unas 7,5 hectáreas. Además, cabe destacar que, con el objetivo de formar a los técnicos que servirían de enlace entre los pescadores y los colectivos asociados para desarrollar las actividades turístico-pesqueras, se impartió un curso al que asistieron representantes del Ayuntamiento.

Tras dichas actuaciones, en estos momentos el citado espacio se encuentra desprovisto de cualquier tipo de explotación, a la espera de que la modificación de la mencionada ley permita desarrollar las actividades turístico-pesqueras para el que fue destinado el arrecife. No obstante, su disfrute por parte de los pescadores no ofrece ningún impedimento. Desde la cofradía de pescadores de Conil, una de las asociaciones impulsoras de la iniciativa, su secretario general, Nicolás Fernández Muñoz, afirma que el proyecto Sagital para crear el 'pescaturismo' se encuentra en una situación de avance aunque falte apuntalar el plan con la reforma legal.

En cualquier caso, para Fernández Muñoz es "completamente ilógico" que los pescadores de Conil se dediquen a la explotación sostenible de los arrecifes porque dicha iniciativa debería de haber llegado de parte de los pescadores chiclaneros. Para el secretario general de la Cofradía de Pescadores de Conil, "la fase que sigue a la instalación de los módulos es el momento en el que un club náutico coordine la explotación sostenible, así como que un grupo o colectivo se ponga de acuerdo para llevar a cabo un plan de trabajo, explotación y coordinación".

Con esta iniciativa se pretende, además de ofrecer un atractivo turístico más a los visitantes de la localidad, reactivar un debilitado sector que vive con dureza los efectos de la crisis.

Además, la posibilidad de pescar para aquellos que sean profanos en la materia puede convertirse en una de las actividades más solicitadas.