Chiclana

Unos años maravillosos

  • El que fuera director, alumno, profesor y padre de alumnos evoca los 50 años del IES Poeta García Gutiérrez

El 'Poeta' cumple medio siglo de existencia. 50 años de vida que han dado para mucho, sobre todo para permitir que muchos miles de estudiantes que han pasado por sus aulas hayan podido desarrollar su talento y su potencial gracias la enseñanza recibida en nuestro centro.

Y digo nuestro porque el IES Poeta García Gutiérrez es un emblema en nuestra querida ciudad, un instituto que no solo democratizó la educación e igualó las posibilidades de las familias de dar una buena educación a sus hijos e hijas, sino que se convirtió en el centro de la vida cultural, social y política de la Chiclana de aquellos tiempos.

El 'Poeta' goza ahora de un diseño curricular que lo sitúa en una posición destacada en la provincia

Antes del año 1968 (qué apropiado que abriera sus puertas en un año tan emblemático, el año del Mayo Francés), en Chiclana solo podían permitirse el 'lujo' de continuar sus estudios secundarios para después realizar una carrera universitaria los que procedían de familias bien situadas. Los que no tenían medios económicos para desplazarse a Cádiz, Sevilla y otras localidades veían cómo se interrumpía su aprendizaje y su talento y capacidad intelectual se quedaba en la cuneta sin opción alguna a desarrollarlos.

Por eso la apertura del 'Poeta' fue tan trascendental para el futuro de la juventud de Chiclana, y por tanto para el futuro de la propia ciudad.

Desde aquellos 160 primeros alumnos a hoy ha pasado un ingente número de alumnos y alumnas además de un nutrido grupo de docentes que han contribuido enormemente al desarrollo económico, social y cultural de la Chiclana actual, situándola como uno de los motores económicos de la Bahía de Cádiz.

Un centro que fue singular desde el principio, y que enseguida, apenas a los dos años de haber iniciado su andadura, puso en marcha la enseñanza de adultos, llamada entonces "régimen de nocturno" que aún hoy se mantiene y que fue pionera además de obtener grandes resultados. Esta especialidad permitió que muchos de los que habían tenido que abandonar los libros obligados por las circunstancias pudieran volver y tener una segunda oportunidad de terminar sus estudios e, incluso, de dar el paso hacia la Universidad.

El instituto vivió el fin de la Dictadura, la llegada de la Transición y poco a poco se fue convirtiendo, como decía anteriormente, en el epicentro social, cultural y político de la ciudad. Por sus aulas y pasillos bullían el compromiso y la certeza de que había que implicarse para cambiar las cosas. Por esas aulas y pasillos pasaron alumnos y alumnas como por ejemplo el vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios; el actual alcalde, José María Román; el que fuera presidente de la Confederación de Empresarios de Cádiz (CEC), Miguel González Saucedo… y muchos más miembros de una clase media y trabajadora que ha sido relevante para Chiclana y para toda la provincia.

Formaron aquellos años un periodo marcado por una enorme ebullición política en España, donde la transición a la era democrática del país posicionaba políticamente a muchos estudiantes y el Poeta no era ajeno a esa parte tan apasionante de la historia de nuestro País. Recuerdo con enorme claridad las reuniones clandestinas, las pintadas en las paredes de la Joven Guardia Roja, los panfletos políticos, todo ello acompañado de emergentes manifestaciones musicales protagonizadas por grupos de rock andaluz como Triana, Alameda, Medina Azahara, Cai....amén de cantautores como Joan Manuel Serrat, Víctor Manuel, Silvio Rodríguez, Paco Ibáñez, Hilario Camacho, Mª del Mar Bonet, Luis Pastor, Carlos Cano, y un largo etcétera.

Quiero ahora detenerme en mi vinculación especial con este instituto en el que he sido alumno, padre de alumnos, profesor y director. En todas esas facetas he tratado de dar lo mejor de mí y contribuir en lo posible a la mejora y desarrollo del centro. También, y no podía ser de otra manera, como Delegado de Educación de la Junta de Andalucía en Cádiz.

En mi época de estudiante, además de cumplir con las lógicas obligaciones de alumno en las aulas, participaba en todas las actividades, eventos y celebraciones. Llegué a ser delegado de alumnos y uno de los primeros miembros de lo que se conocía como Consejo de Dirección, en el que también participábamos los estudiantes.

Recuerdo con especial cariño que en esa etapa formé parte del grupo de teatro "Capacha, teatro rústico" que se gestó en el IES Poeta García Gutiérrez. Dirigido por Guillermo Alonso del Real, Capacha contaba con un nutrido grupo de alumnas y alumnos como Paco Mena, Mili Lora, Antonio Meléndez, Anate Rivera, Margarita Delgado, Manoli Puerta, Jose Manuel León, Pepe Lechuga, Mari Carmen Aragón, Jesús Aragón, .... y la colaboración especial de profesores como Jose Luis Diaz de la Torre, Jose Antonio Aguilar del Águila, Pepe Pérez, y personal de administración como Andrés Ruiz Piñero. Gracias al grupo pudimos exportar, a través del arte escénico, la cultura a toda la provincia.

Aquellos fueron unos años maravillosos. Inolvidables.

Pasados unos años tuve la oportunidad de volver al centro, ya como profesor y al mismo tiempo director. Fue una época de intenso trabajo donde se hacía necesaria la renovación del liderazgo pedagógico como consecuencia de la implantación del nuevo Reglamento Orgánico del Centro, aprobado por la Consejería de Educación de la Junta de Andalucía, lo que implicaba renovar y aprobar por la Comunidad Educativa del Instituto todos los documentos del Plan de Centro: Proyecto educativo, Proyecto de Gestión y Reglamento Orgánico de Funcionamiento. Como apunté anteriormente, fue una época de enorme intensidad pero apasionante a la vez pues se iniciaba una nueva etapa de liderazgo pedagógico donde la figura de la Dirección asumía un papel esencial muy ligado al éxito escolar.

A la vez que ejercía la Dirección del Centro, función que desempeñé durante nueve años consecutivos, asumía el rol de profesor ofreciendo a un número importante de alumnas y alumnos las enseñanzas de las matemáticas.

Igualmente, en este periodo ejercía de padre de dos alumnos, Blanca y Alfredo, que han tenido un paso muy afortunado por las mismas aulas que yo pisé unas décadas antes.

Cada una de esas etapas ha sido importante y maravillosa, y de cada una de ellas tengo mucho que agradecer.

Como antiguo alumno quiero aprovechar ahora la ocasión, a través de estas líneas, para agradecer a los que fueron mis profesoras y profesores su dedicación, atención y esmero en enseñarme y ofrecerme las herramientas para asomarme al futuro pues me abrieron la posibilidad de realizar unos estudios universitarios superiores que han sido y son , a la postre, el vehículo de mi carrera profesional.

Como padre, solo puedo tener palabras de gratitud para los docentes del Poeta que han hecho por mis hijos lo mismo que hicieron los anteriores por mí. Ahora ellos ya en están en su etapa universitaria, con una buena trayectoria y una magnífica preparación previa debida a la excelente profesionalidad y vocación docente del profesorado que les ha atendido desde primero de ESO hasta segundo de Bachillerato. Enormemente agradecido.

Como exdirector quiero igualmente expresar mi admiración hacia los profesores y profesoras, al personal de Administración y Servicios y a los miembros del equipo directivo, Jose Luis Sánchez Soca, Pilar González Saul, Sebastián Martín, Javier Manrique Antón y César Roldán que me acompañaron en este camino durante estos últimos años de los primeros cincuenta, que se implicaron al máximo, que apoyaron y que creyeron en nuestro proyecto educativo.

Por supuesto, y no podía quedar fuera de la nómina de reconocimiento, agradecer a las familias la confianza depositada en el grupo de docentes y del personal de administración y servicios en la consecución de los objetivos que garantizaran el éxito educativo de sus hijos e hijas.

Y, finalmente, como delegado de Educación he tenido la enorme y maravillosa oportunidad de comprobar, desde otra faceta distinta, ese mismo esfuerzo de los docentes, el sacrificio y el trabajo bien hecho a pesar los momentos de ajustes que en ningún caso llegaron a mermar su elevado compromiso con la enseñanza y su encomiable dedicación a la formación de los jóvenes.

Son 50 años de historia, cinco décadas plagadas de vivencias personales de todos los que hemos formado parte de ese medio siglo del instituto por excelencia de Chiclana: El Poeta García Gutiérrez.

Hoy, cincuenta años después de su nacimiento, el Poeta goza de un diseño curricular que lo sitúa en una posición destacada en la provincia:

Centro Bilingüe alemán, Coeducativo, Escuela espacio de Paz, Ecoescuela, Enseñanza de personas adultas, Enseñanza Semipresencial, Bachillerato de Ciencias y Tecnología, Bachillerato de Humanidades y Ciencias Sociales, Bachillerato de Artes.

Felicidades. Y que vengan muchos años más.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios