Chiclana

Raphael sigue siendo aquel de siempre

Raphael en Concert Music Festival

Raphael en Concert Music Festival / JESÚS CUEVAS (Chiclana De La Frontera)

El icono de la música moderna española, Raphael, regresó a su tradicional cita en Concert Music Festival dándole la mano al pasado y al presente; recopilando con su gira 6.0 los grandes éxitos que han marcado sus más de 60 años en la música. El artista continúa celebrando sus intensas seis décadas en la música y como invitados especiales a esta gran fiesta no podía faltar su público más fiel. En un ambiente muy familiar y entrañable, confluían distintas generaciones que no quisieron perderse la gran noche de Raphael.

Con la sintonía de Yo soy aquel, su magnífica orquesta, compuesta por piano, batería, guitarras, percusión, viento y coristas de góspel, comenzó a entonar esta melodía para presentar al que un día fue el representante de Eurovisión en 1966 y fue catapultado al éxito. Con suma elegancia, estilo y majestuosidad entró un sonriente Raphael al escenario, inclinándose hacia a un público que lo recibía con los brazos abiertos y entre grandes aplausos. Sin dudarlo un instante, el patio de butacas se puso en pie ante la reverencia del artista de Linares, quien recibió todo el calor de la gran ovación de su público.

Raphael ya lo había avisado con Ave Fénix, “renaceré como el Ave Fénix, regresaré”. Con este tema renació en el Auditorio de Concert Music Festival, con la grandeza y e intensidad que tanto le caracteriza. Como un director de orquesta, dominante y virtuoso, controlaba cada nota musical al ritmo de su inconfundible e inigualable coreografía gestual de manos; llevando la batuta de una noche gloriosa.

Para Raphael la ilusión es una de las cosas más importantes de la vida y eso mismo supo transmitírselo a las miles de almas que acudieron a la cita. Sonrientes recibían con cariño la versión Vivir así es morir de amor, de otro de los grandes iconos de la música española como lo fue Camilo Sesto. Digan lo que digan Raphael es Un enamorado de la vida, y quizás, por esta razón, el artista continúa en los escenarios disfrutando de lo que le apasiona, la música y su público.

El cantante, que cumplirá 80 años el próximo año, no pudo contenerse y se quitó la chaqueta para colgarla en el pie del micrófono mientras cantaba y movía las caderas con Mi Gran Noche. La fiesta no había hecho más que comenzar con este divertido y dinámico éxito con el que el público cantaba a pleno pulmón. La exquisitez medida del artista se notó incluso cuando agarró la chaqueta y realizó una coreografía con ella como si se tratase de un capote.

“¡Bravo!”, “¡Guapo!” o “¡Qué grandes eres”! fueron algunos de los adjetivos que le lanzaban las féminas; y es que, ya se sabe, a pesar de que pasen los años quien tuvo, retuvo. Raphael es un astro, un fenómeno incombustible y fuente de energía inagotable que se hace grande en el escenario. Con solo los primeros himnos que desplegó al inicio de su apoteósico espectáculo disparó la adrenalina de los allí presentes hasta que se adentró en melodías más suaves como Te estoy queriendo tanto, Provocación y Ave María.

Disfrutar de Raphael en directo fue una auténtica suerte, la misma que tuvieron quienes pudieron ver las estrellas fugaces que se reflejaban en el cielo de Sancti Petri cuando interpretó Le llaman Jesús. No solo el imperante Auditorio de Concert Music Festival ayudaba a deslumbrar aún más al artista, también el entorno maravilloso de Sancti Petri cuya brisa del mar hacía navegar las letras de Raphael por cada rincón del poblado marinero.

Como todo un galán cantaba al desamor ¿Qué tal te va sin mí? Y con su innato carisma hacía un guiño a Chiclana, alterando la letra de la primera estrofa para decirle a un antiguo amor “perdóname si estoy nervioso, no te esperaba aquí, en Chiclana, tan de repente”. Todas las canciones fueron bien recibidas entre aplausos y vítores, como la de No puedo arrancarte de mí o Yo sigo siendo aquel Raphael de siempre.

Más amor y pasión con Amor mío, Estuve enamorado de ti y Cierro mis ojos. Con enorme intensidad y la grandiosidad de una voz prodigiosa como la suya, que no pierde su sello ni su potencia vocal, puso en pie en infinitas ocasiones al Patio de butacas, Terrazas y Gradas. Llevándose una mano al corazón confesó que Se nos rompió el amor, versionando el éxito de Rocío Jurado y a lo que su público le respondía entre aplausos y zapateos en las gradas para que el artista sintiera el calor de su gente.

La gira 6.0 recopila sus grandes éxitos cosechados a lo largo de su trayectoria profesional, pero también cuenta con versiones gourmet como La llorona, Gracias a la vida o el archiconocido éxito Resistiré, que se convirtió en un himno durante la pandemia. Los sonidos de su maravillosa orquesta se fusionaban con su imponente voz y deleitaban a quienes no podían saciarse de sus canciones.

Raphael no perdió el tiempo y fue regalándole a sus fieles lo que querían oír. Al ritmo de la percusión le puso grandes dosis de pasión a Cuando tu no estás, antes de cantar a los cuatro vientos que Estar enamorado es descubrir lo bella que es la vida; consiguiendo un gran oleaje de brazos al aire moviéndose al ritmo de la letra, sonrisas, complicidad y amor entre el público. La pasión ardía en el escenario y entre las grandes llamas proyectadas en la gran pantalla el corazón se ponía En carne viva “porque yo no sé olvidar, como ella olvida”.

Dos horas de concierto que se hicieron cortas porque el público siempre quiere más. El artista de Linares se llenaba de coraje para predicar Qué sabe nadie, entonando con fuerza y llevando su voz a niveles inalcanzables que solo él domina. Uno de los momentos más emotivos fue cuando se proyectó las imágenes de un joven Raphael en los inicios de su carrera musical y disfrutando de la ilusión de las primeras veces sobre los escenarios. Estas imágenes estuvieron acompañadas de la magnífica interpretación que le catapultó al éxito, Yo soy aquel.

Y así, con maestría, elegancia y majestuosidad no quiso despedirse sin antes regalarles uno de sus éxitos más avalados como Escándalo, haciendo que el público se volviera a levantar de sus asientos para bailar este tema. Agradecido ante la marea humana congregada en el recinto no quiso despedirse sin antes dirigirse a su público, asegurando que era un verdadero placer estar un año más “en esta maravillosa tierra que es Cádiz, es Andalucía y es España”. Agradecido también con “mi tocayo, Rafael Casillas, por haberme traído un año más y que espero que esto continúe forever and ever. Y así, versionando Como yo te amo, éxito de Rocío Jurado, se despidió desplegando notas de amor hacia una tierra y un público que “amo tanto”.

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