Cuidados naturales que hacen milagros

”Mi servicio no es mejor ni peor que cualquier otro, pero sí puedo confirmar que es totalmente natural”. Con estas palabras se presenta Paco Flor, gerente del Centro de Recursos Ambientales Salinas de Chiclana, mientras se dirige a presentar la joya de una corona fabricada entre esteros.

Sol, marismas, levante y sal, mucha sal. En un entorno alejado del ruido y donde la mano del hombre solo ayuda a que este entorno sea un remanso de paz, seis mujeres en trajes de baño disfrutan de una actividad inusual. Un spa natural con una piscina salada, algas y barro capaz de hacerte sentir “una experiencia única”.

Y es que no todos los días alguien puede bañarse en un agua de tono anaranjado y saber, científicamente, que el resultado es beneficioso para la salud: “Aunque visualmente nos choque, el color nos indica el alto grado de salinidad del agua y la descomposición de un alga que desprende caroteno, sustancia ideal para la prevención de enfermedades y la protección de la piel”. Además, la sal de esta piscina, indica, “cuenta con unos niveles fantásticos de sulfato y magnesio”, ideales para problemas como “la soriasis, la dermatitis u otras patologías referidas a la piel”.

Además, el spa natural hace que sea común ver otra estampa extraña “pero eficaz”, según Flor. La segunda estancia ‘obliga’ al visitante a esparcirse barro por todas las partes de su cuerpo, incluido el pelo. ¿Por qué? El gerente del centro lo explica con una anécdota: “Recuerdo a un salinero que, después de picarle un mosquito, comenzó a escarbar unos 25 centímetros en el fango de la marisma para untárselo en la piel...¡y en el pelo! Decía que el fango arcilloso, más duro que el que solemos ver, era fantástico para nuestra dermis". Y tenía razón, ya que “los resultados de los estudios indican que el fango arcilloso cuenta con altos niveles de colágeno”, así que decidimos instalar pellas de fango en el spa para beneficio de la piel de nuestros visitantes”.

El circuito, al aire libre pero donde apenas se hace notar el viento, atrae, según su gerente, a más de tres mil visitantes cada temporada y, curiosamente, muchos de ellos llegados desde la propia Chiclana y otros puntos de la provincia: “Me sorprendió en su día, porque solemos pensar que el chiclanero no valora lo suyo, pero, en proporción, creo que vienen muchos más de la zona de la Bahía que extranjeros”, si bien es cierto que cuentan con clientes habituales del otro lado del Atlántico: “Tenemos incluso visitantes que llegan desde California y es un honor que confíen en nosotros y nos ayuden a dar visibilidad a este servicio”.

De hecho, Flor está convencido de que ni él ni su equipo debe persuadir a los clientes de que el tratamiento funciona: “Yo solo les digo que lo prueben, aunque la mayoría ya viene convencido porque ha escuchado hablar del spa por amigos, familiares o porque se lo ha encontrado en internet”. Al entonar esta frase, Silvia y Mari, vecinas de El Puerto de Santa María, realizan un gesto mutuo de afirmación con la cabeza: “Esto no tiene nada que ver con el spa tradicional que estamos acostumbrados a ver en hoteles y emplazamientos de lujo; es estar en contacto con la naturaleza de nuestro entorno”, comenta Silvia, que asegura que conoció el servicio “por su página web, reservé y ya es la tercera vez que vengo”. Además, no tiene dudas para informar de que “vendré otra vez, seguro”.

En este sentido, Paco Flor, que se muestra orgulloso al recordar como personas que reciben quimioterapia “nos han llamado para asegurar que les ha servido este tratamiento natural”, aclara que se necesita continuidad para notar los efectos positivos del spa. “¡No somos la Virgen de Lourdes!”, comenta con una sonrisa, al tiempo que muestra la zona de masaje, la última en llegar al spa: “Nos sumamos al carro de la fisioterapia con masajes exfoliantes para que, el visitante que así lo desee, pueda relajarse antes de pasar a la piscina”.

Todo, obviamente, gracias a la sal, al cloruro sódico presente en nuestro entorno de marismas y esteros y que, el CRA Salinas de Chiclana utiliza naturalmente para el beneficio de sus clientes.