Juan Antonio de la Mata. Arquitecto

“Un descubrimiento pendiente”

Juan Antonio de la Mata

Juan Antonio de la Mata

Juan Antonio de la Mata, arquitecto municipal del Ayuntamiento de Chiclana desde principios de los noventa, ha sido hasta hace unos años Jefe de Servicio de urbanismo, un lugar en el que comprendió “la importancia del consenso”. Actualmente dirige la Oficina de Proyectos Urbanísticos, en la que colabora tanto personal municipal como de la Empresa Municipal EMSISA, encargada de los proyectos estratégicos y de proyectos de arquitectura y urbanismo de Chiclana.

-¿Qué han supuesto para la ciudad los fondos europeos? ¿Son también un reto?

-Los fondos europeos son, efectivamente, una oportunidad y un reto porque es mucho dinero y muy poco tiempo, que sólo tiene cabida en una ciudad pensada, porque los dan sin tiempo. De ahí la importancia de tener más que una colección de proyectos, una idea de la ciudad, contrastada y participada, que ir haciendo sin prisas entre todos y todas, siendo, indudablemente claves para ello contar con un planeamiento de referencia consensuado, enmarcado en el Plan de Acción Municipal de la Agenda Urbana 2030. Hay que tener en cuenta que son, quizás, la única financiación relevante con que cuentan las administraciones municipales de ciudades medias para llevar a cabo grandes inversiones, que, de otra manera, serían inasumibles.

-¿Cuáles son los proyectos más importantes que se están desarrollando en la ciudad?

Para mí uno de los grandes cambios es la transformación de la historia, que nos ha hecho más mayores, y cuando nos creíamos antiguos, nos hemos descubierto trimilenarios, porque ahora sabemos que la primera Chiclana fue en el Cerro del Castillo, el sitio escogido por los fenicios para pararse una vez honrado a los dioses en el Templo de Melkart, donde esté en Sancti Petri, cuando siguieron río arriba cuando el río Iro se confundía con el mar. Es el descubrimento de la muralla de casernas, que incluye Chiclana en Las Gadeiras, haciéndola parte de la Bahía de Cádiz de entonces, cuando se funda Erytheia, Kotinussa, Antípolis, y Doña Blanca. Por eso, uno de los proyectos estratégicos es el titulado “Puesta en Valor del Cerro del Castillo”, en el que se pretende contar Chiclana desde el principio. Prácticamente ejecutado el Centro de Interpretación del Cerro del Castillo, llamado también “Nueva Gadeira. Espacio Arqueológico”, un primera caja de luz desde la que empezar a descubrirnos y enseñarnos, y el jardín arqueológico de piedras, desde el que sintiéndonos dentro de la primera ciudad fenicia, asomarnos al río para imaginar lo que vieron, a través de la calle Ánimas, que se abre en balcón al territorio. Pendiente de ejecutar, actualmente en licitación, la construcción de la Torre-Mirador, un recuerdo de lo que fue la Torre de Guzmán el Bueno y del Lirio, convertida en camino de ida y vuelta, cañón de sensaciones y trampolín de cambio, porque todo eso pasará a quien decida recorrerla hasta la palanca oteadora, incluso si llegan en tranvía, que para enfrente. No termina la estrategia con eso, porque faltará construir el museo de quinta generación Nueva Gadeira, en las laderas del cerro, y exhibir el yacimiento arqueológico con todo su poderío, lo que pasa por impulsar el Proyecto General de Investigación Arqueológica, a fin de poder convertir Chiclana en uno de los vértices de la pirámide fenicia de Gadir. Otro de los grandes cambios es la percepción que se tiene del río Iro, hasta hace poco un bravucón enfadado al que había que temer porque la gente se había olvidado de todo lo bueno que había hecho cuando era la forma de llegar a la ciudad, no hace tanto porque el río ha sido navegable hasta mediados del siglo pasado, sólo siete décadas en mucho tiempo. Por eso, el empeño de contar también Chiclana desde el río Iro, extendido hasta el mar a través del estuario de Sancti Petri. Son obras que empezarán en unos días, sin molestar los tiempos de la ciudad, y deberán estar terminadas en diciembre de 2023.

Recreación. Recreación.

Recreación.

-¿Hacia dónde se dirige, urbanísticamente hablando, Chiclana?

-Chiclana es una ciudad partida, que tiene que volver a fundirse en un “todouna”, porque antes era La Banda y El Lugar, y desde más lejos, el pueblo y La Barrosa extendida desde Sancti Petri a Loma del Puerco, envueltas en la ciudad intermedia formada por el diseminado extensivo, que es quien nos unifica, aunque necesita quererse. La ciudad construida. Chiclana es también un descubrimiento pendiente incluso para la ciudanía de nacimiento, que vive en su sitio sin tomar conciencia de las bondades y posibilidades de su territorio, del que se enamoran nuestros paseantes porque así lo cuentan, haciéndonos un destino estrella. El medio natural.

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