En las inmediaciones de la iglesia de San Lorenzo ya suena la Semana Santa. No ha llegado el Domingo de Ramos para que salga la cofradía de Las Penas, pero ya se escuchan las cornetas y los tambores. Marchas en forma de romancero. Juan el Corneta, que le dicen así porque se llama Juan y toca la corneta, y Paco el Corneta, que sin embargo toca el tambor, se preparan para interpretar su repertorio de la 'Banda de Cornetas y Tambores Amigos de las Lágrimas, la Crú y el Calvario de Cadi', que ha conseguido el primer premio en el Concurso de Romanceros.

Juan y Paco son Andrés Ramírez y David Medina, los componentes del Showmancero. En solo cuatro años de trayectoria, aunque por separado sí han estado en más grupos, han conseguido labrarse un lugar importante en la calle desde que empezaran en 2013 con 'Agrupación Folklórica de Aldeafría del Bierzo'. Un recorrido que siguieron con 'Los Dalai sheriff' y 'Alma andaluza' y que han conseguido redondear este año, aunque para ellos es lo menos importante, al conseguir por primera vez el primer premio en el certamen que se desarrolló en el Teatro de Títeres La Tía Norica. Un camino que ya les ha llevado a actuar en Madrid, Chile, Uruguay y Argentina.

Un tambor de juguete con el pellejo medio roto y una corneta de plástico en el que llevan incrustado el pito son su seña de identidad para introducir cada una de las marchas. Su estandarte, con referencias a todas las tradiciones gaditanas, sirve de cruz de guía para su legión de seguidores, que les siguen calla Sagasta hacia abajo para buscar el rincón de la calle Mateo de Alba en el que dieron su primer pase sobre las cinco de la tarde de ayer. Una hora tardía, pero que se entiende al haber estado trabajando por la mañana Andrés en la factoría de Navantia en Puerto Real. Una suerte -bendita- de la que no se puede escapar ni aunque estemos en Carnaval. "He salido a las tres de trabajar con el tiempo justo para soltar el mono, ducharme y venirme para acá", relata Andrés. Una justificación para poder echar un buen rato.

Aunque parezca que la Semana Santa podía ser la víctima del romancero, esto no es del todo cierto ya que una banda de cornetas y tambores tiene vida durante todo el año, tal y como reconoce Andrés. "Hemos querido caracterizar al personaje que está en una banda. Era algo divertido para escribir. Además, también queríamos abrirlo no solo a a la Semana Santa. Hemos intentado hacerlo desde el respeto. No utilizamos un humor negro y no queremos ridiculizar a las personas. No solemos utilizar ni chistes sexistas ni racistas. Usamos un humor blanco. De hecho, llevamos pocas cosas de pelo", explica.

Por eso, el romancero se dedica a realizar un repaso a todas las tradiciones de Cádiz a partir de todas las veces que ellos tocan con la banda. La propia Semana Santa, que centra el hilo argumental, sirve de punto de partida para explicar desde que empiezan a ensayar hasta que llega el Domingo de Ramos. Pero no se queda todo ahí, ya que después están las cruces de mayo, el Corpus, los Juanillos, el Carmen, las barbacoas del Carranza, la Patrona, los Tosantos, la Cabalgata de Reyes Magos y el Carnaval. Un año entero para acabar harto de la trompeta y del tambor. "¡Otra vez otra procesión!", exclaman con razón.

El Showmancero es un híbrido entre la tradición de esta modalidad y cualquier otra cosas que sirva para completar el repertorio y hacer pasar un buen rato al público. Cuplés, canciones, parodias, improvisación... Un guiso que acepta todo los ingredientes que se le quiera echar. "La calle lo admite todo", recalca Andrés para reconocer que incluso durante la semana se van añadiendo detalles en cada una de las actuaciones. Aunque la calle solo necesita la preparación que cada grupo quiera prestarle, comenta que llevan dándole vueltas a la idea desde septiembre. "Nos hemos visto una vez a la semana o cada 15 días para ir apuntando cosas. Aunque nosotros ensayamos muy poco. De hecho, todavía estamos con los papeles", confiesa.

Un éxito de público que se ha visto refrendado en el Concurso de Romanceros. Reconoce David Medina que el premio "siempre gusta, pero no es nuestra filosofía. Salimos para la calle y pensando en la calle. No queremos desviarnos. No es nuestro objetivo y no tenemos un afán competitivo". Por su parte, Andrés cuenta que, además de por el hecho de salvaguardar la modalidad, uno de los motivos que les hace acudir al certamen es que "hay un rollo muy bueno. El ambiente es muy sano".

Una banda que interpreta los cuplés con la marcha Pasan los campanilleros, realiza su estribillo de manera instrumental o es capaz de dedicar la misma marcha a la Semana Santa de Cádiz, Sevilla y Castilla, aunque en la castellana vayan los pasos a ruedas y en las curvas derrapen. Además de las composiciones cofrades, también está el pasodoble torero de piropo a Cádiz, esa que venció a Napoleón y a la que le costó 20 años poder echar a "la emperadora rubio platino". Poesía pura. En el espectáculo también encuentra su lugar la exposición de las geniales ideas para mejorar la Semana Santa.

Quien quiera buscarles durante la semana, debe saber que el Showmancero huye de las aglomeraciones, ya que son amantes de los sitios recogiditos en los que se escapa de la bulla y no se tiene que alzar la voz. Hoy será su día de descanso, por lo que mañana retomarán su marcha en el exterior del barrio de El Pópulo, en los alrededores de la calle Flamenco. El jueves y el viernes se desplazarán a La Viña, mientras que el sábado se irán durante el día al Mentidero por zonas como la plaza Viudas o Virgili, mientras que el cierre a la semana lo harán el domingo en su hábitat natural, los alrededores de San Lorenzo.