Paco Rosado, renombrado autor de chirigotas y comparsas, guarda en la recámara numerosas anécdotas de su paso por el coliseo de los ladrillos coloraos.

-¿Qué recuerdo mantienes más vivo de tu paso por el Gran Teatro Falla?

- El que está más vivo es el del primer premio con 'Los cruzados mágicos'. La imagen que tengo grabada es que la gente fue cogiendo las flores que había al borde del escenario y empezó a lanzárnoslas al palco en el que estaba la chirigota cuando dijeron que éramos el primer premio. Esa lluvia de flores y la ovación que nos dieron se me han quedado grabados.

-Por entonces ya llevabas unos añitos cantándole a tu tierra...

- Unos pocos.... desde que debuté en el 69 con 'Los tulipanes negros'. Recuerdo de ese día que cuando dijeron "a escena" me oriné encima, aquello fue horroroso, como el que tira un vaso de agua. En aquella chirigota salí de rebote, porque al director no le gustaba el contralto y dos días antes de cantar en el Falla, el domingo en el ensayo general, me propuso que saliera... en dos días me tuve que aprender las letras y recuerdo que cantamos once pasodobles en el teatro. Yo sólo me aprendí diez y el que hacía once tuvo que pegárselo en la espalda el que iba delante mía para que yo lo leyera.