Comparsa

Santísima Trinidad

Localidad: El Puerto

Letra: Juan Antonio Muñoz Hiniesta

Música: José Manuel Pavón Pacheco y Jesús Manuel Selma Martín-Murga

Dirección: David López Ruiz

el tipo. Marineros del navío Santísima Trinidad.

las coplas. El orgullo de los españoles que naufragó en la Batalla de Trafalgar. Pero resurge en forma de comparsa. ¡Gaditanos, a los cañones! Una pelea desigual en el que cada uno de los marineros hace la guerra por su cuenta. No salen vivos. Cañonazos contra el hambre y el miedo en el campo de batalla del mar de Cádiz. De principio a fin, la interpretación de la comparsa es un despropósito continuo, aunque el repertorio también hace aguas. Pasodobles kilométricos. Ambos de tinte dramático. Primero dirigen sus cañones al problema de los refugiados. Un mundo que es "un infierno lleno de tortura en esta guerra de locos". Lacrimógeno. En el segundo, se lanzan con la historia de un hombre que es acusado de maltratador por su expareja con un testimonio falso. Una persona que es "una marioneta, un tonto, un pelele, un bufón y un muñeco de trapo". Un tema demasiado espinoso con el que no se puede generalizar, sobre todo porque las denuncias falsas son mínimas. Una abuela va al gimnasio y en vez de proteínas tiene que tomar 3 en uno en el primer cuplé, mientras que en el segundo sobre Adán y Eva usan un remate hortofrutícola. El Santísima Trinidad necesita pasar por los astilleros para ser reparado.    

    

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