Letra y música. Germán García Rendón. Dirección.  Jesús Henry Sotelo.  Las coplas. Domesticados para ser un animal en la jungla del asfalto encerrados, al final, en una jaula que es la propia ciudad. Presentación de altura literaria y para reflexionar. Joven autor y joven grupo que, sin embargo, consigue una creación muy madura. En el primer pasodoble, con banderita de la UE en mano, dan mil y un motivos para desechar el Premio Nobel de la Paz concedido a la Unión Europea. Su no intervención en el genocidio a Palestina por parte de Israel o en el conflicto del Sáhara con Marruecos. “Devuélvele la dignidad y no vendas tu alma a Marruecos por una limosna pesquera”. Una Europa que no mira al Sur donde viven personas estranguladas por los recortes instigadas por la UE. Sacan las garras y rugen ante este hecho inexplicable. Se vuelven más tiernos en el segundo pasodoble, una letra de homenaje a su padre. Letra más personal que aunque bien escrita y bien interpretada, no me termina de convencer para esta fase. El niño que sueña con ser un gran carnavalero y que aprende y crece por la ilusión y la afición de su padre que, aunque nunca ha pisado las tablas del Falla, siente las coplas y es su “gran maestro”. Rapidez en el primer cuplé dedicado a una noticia del día. Utilizando como recurso la de tipos de animales que se han presentado este año al Concurso, y “con lo tiquismiquis” que está el jurado, creen que quien vuelva a repetir se lo llevan “al campito de Jesulín el fin de semana”. Peor la letra futbolera con el Madrid de Mou como protagonista. El popurrí tiene muy buenas cuartetas para paladear tranquilamente. Sin embargo, no interpretan con tanta rotundidad como en preliminares. Les veo muchas posibilidades de seguir en liza.