El Parque Natural de los Alcornocales está considerado como la última selva de Europa y esto se debe a que es la masa forestal de alcornoques más extensa del mundo. Tanto es así, que su extensión equivale a 167.600 campos de fútbol según la información recogida en la web de Cádiz Turismo. En estas 170.000 hectáreas de terreno se encuentran los alcornocales más importantes de España. 

Este bosque subtropical rompe con el tópico de que en Cádiz solo existe el sol y la playa, puesto que en la provincia también tenemos un pulmón verde que alimenta la naturaleza más salvaje. Otoño es una de las estaciones ideales para aprovechar los días de sol y comenzar a descubrir estos enclaves naturales antes de que lleguen las lluvias.

Además de la gran riqueza vegetal, el Parque Natural de los Alcornocales atrae consigo fauna como zorros, gatos monteses, cabras montesas, halcones, búhos reales o águilas que se mezclan con las aves migratorias que transitan cada año entre África y Europa. En su extensión puedes encontrar laurel, aliso y ejemplares únicos de helechos, pero también acebuches y robles, además de alcornocales. Caminar entre esta selva subtropical es una experiencia única gracias a los sonidos que el mismo ecosistema produce a su paso.

Ciervos en el Parque Natural de los Alcornocales

Entre las actividades más comunes está la práctica de deportes en la naturaleza como las rutas de senderismo, el ciclismo de montaña o la espeleología. Mientras que la micología también es muy común en esta zona y los amantes de los hongos pueden disfrutar de la recolección de setas.

Existen distintas rutas para adentrarse en el Parque de los Alcornocales y todas ellas comienzan desde los pueblos blancos de Cádiz. Medina Sidonia, Jimena de la Frontera, Alcalá de los Gazules o Los Barrios, son algunos de los pueblos desde donde se puede acceder a este pulmón verde y aprovechar su visita para conocer la belleza de los pueblos de Cádiz.