Vanesa Martín hace de Chiclana "su casa"

No hay nada como volver a casa. Cada vez que viajas o te marchas durante un tiempo lejos de ella, transformas la nostalgia de dejar tu hogar en la felicidad por tu regreso. Esto mismo debió sentir Vanesa Martín la noche de este miércoles, 6 de agosto, al regresar a Concert Music Festival y que, sus amigos de Chiclana la recibieran con los brazos abiertos.

Era la cuarta vez que la artista malagueña se subía al Auditorio de este festival. Lo hizo con motivo de su gira Casa Mía, su proyecto más libre con el que haría un viaje hacia dentro y hacia todo, en el que se abrazarían las heridas para volver a empezar de nuevo.

Como una excelente anfitriona abrió las puertas de su casa y fue dejando entrar la energía de su público, a la vez que les deleitaba con su increíble voz. Después de dos años sin pisar este escenario se sentía en deuda con sus fans, así que arrancó el espectáculo con Hábito de ti, dispuesta a “inventar” y “deshacer la memoria” en esta noche inolvidable.

Sintiéndose la dueña del mundo en los brazos de su público se adentró de lleno en De tus ojos y Besos y descuidos, dos temas románticos que cautivaron el corazón de las almas congregadas. Dirigiéndose a la masa humana, confesó que “esta gira se siente más casa que nunca, aquí en Cádiz”. Además, insistió que “cada vez que pongo un pie aquí me siento en casa y eso se nota”.

Era una noche repleta de emociones para Vanesa Martín, pues “Casa Mía viene a su templo, a uno de los lugares que ha inspirado este disco y, quiero que juntos, entremos en un universo donde esta es tu casa, tu fuerza, tus recuerdos y donde vibra tu corazón”. Y así, con una llave musical, que desbloqueó algunos de sus grandes éxitos y abrió la puerta a nuevos temas como 60s y Objetos perdidos, fue ganándose la Complicidad de todos sus invitados repartiendo píldoras de emoción.

Una casa repleta de amor y libertad

El público vibraba, se llevaba la mano al corazón y se emocionaba con la increíble voz de Vanesa Martín. Poco a poco iba dejando de ser casa para convertirse en un hogar donde solo había amor y libertad. Entremezclando canciones que la han acompañado en su trayectoria con las más recientes, la artista erizaba la piel de sus fans con canciones como Polvo de Mariposas, Lobos, Sintiéndonos e Inmunes.

Un total de 25 canciones, repartidas en las casi dos horas de espectáculo que mantuvo al público casi sin respiración, hicieron vibrar el recinto de Concert Music Festival. No faltaron los temas en los que han colaborado India Martínez y Joaquín Sabina con Vanesa Martín, 90 minutos y No nos supimos querer, siendo algunas de las más especiales.

En el ecuador del espectáculo ya no había vuelta atrás. Nadie se atrevía a abrir la puerta para dejar esa casa. Al contrario, se sentían en perfecta sintonía con Borgoña, Te has perdido quién soy, La piel y Frenar enero, éstas últimas en acústico con su guitarra antes de llenar de ritmos flamencos el recinto con El Nudo.

Una visita muy especial

La casa de Vanesa seguía abierta – aunque no por mucho tiempo – pero quien quisiera marcharse sabía donde estaba la puerta. Con No te pude retener, la malagueña confesó que era una canción que escribió en Tarifa, “uno de mis refugios cada verano”, y se lamentó de los graves incendios acontecidos en estos días. Buscando la complicidad con su público contó la anécdota de que tenía una amiga a la que le duraban poco los novios pero que con uno de ellos se llevó seis meses y que cuando fue a conocerlo ya lo habían dejado. “Me contó sus razones y yo le daba la razón a él, aunque me callé porque era mi amiga”, explicó. Así que al llegar a su casa “le hice esta canción, poniéndome en el lugar de él”.

La última visita que recibió Vanesa Martín fue la de la artista Samuraï, “un ser increíble que para mí fue una burbuja de oxígeno en este loco mundo de la industria musical”. Ambas, como dos amigas que quedan para ponerse al día, se descalzaron para interpretar juntas una canción con la que cautivaron al público de Sancti Petri. A partir de este momento, Vanesa Martín redobló fuerzas para coger aire con Y vuelo, Sin saber por qué y Cómo te digo, con la que cerró la puerta de su casa con nostalgia. “¿Cómo te digo que fue tan bonito?, que juro que yo seguiría”... Sus invitados también.