La pandemia no ha terminado a pesar de que en los alrededores del Ramón de Carranza, antes del Cádiz CF-Real Madrid, muchos aficionados mostraron un comportamiento con aroma de irresponsabilidad. Se agolparon cientos de hinchas desde la avenida principal hasta los bajos de la grada de Fondo Norte, en un número nada recomendable por las autoridades desde que el Covid ha venido a marcar el día a día de nuestras vidas con miles de muertes.

No cabe duda que no es habitual la presencia de todo un Real Madrid en la capital gaditana, como sucedió en su momento con el FC Barcelona, pero la prudencia debe ser el primero de los mandamientos con el escenario actual en el que los contagios están a la orden del día.

La motorada en la avenida principal de la ciudad, para recibir al Cádiz CF, no reunió a tantas personas en pocos metros cuadrados y, además, era una caravana móvil que no permitía la acumulación de gente. Sin embargo, cuando los autobuses que llevaban al equipo cadista giraron hacia el estadio Carranza el desmadre fue absoluto con la calle repleta de seguidores que apenas podían respetar la distancia social recomendable. Una situación inquietante por mucho que llegara el equipo de sus amores para enfrentarse al rey de Europa.

La situación era tan inquietante que cuando los jugadores y técnicos iban bajando de los autobuses, los gritos de apoyo fueron a más en muchos casos con mascarillas por debajo de la boca. Cuando el Cádiz CF al completo accedió al interior del Carranza, la Policía tuvo que intervenir para evitar males mayores y tratar de disolver la concentración de personas, inadecuada a todas luces, ante la grada de Fondo Norte.

Los insultos a la llegada de los autobuses del Real Madrid, cargando especialmente contra su presidente, Florentino Pérez, quedaron en un segundo plano cuando lo realmente irresponsable fue la aglomeración de cientos de personas.