El problema del técnico del Cádiz CF en el último tramo del curso

El Cádiz CF arranca los dos últimos meses de competición con poco en juego. Están tan lejos del ascenso como del descenso, a nueve puntos en ambos casos. El gran objetivo de la temporada 2024-25, que era volver a Primera División, queda casi descartado del todo tras los últimos resultados y las opciones de bajar de categoría también son muy escasas.

Con el conjunto amarillo ubicado en tierra de nadie, ¿ahora qué? Si el equipo no estuvo a la altura en los dos últimos partidos cuando tenía opciones de engancharse a la lucha por el ascenso a través de las eliminatorias (una derrota y un empate), es inevitable que surha la duda sobre su rendimiento cuando prácticamente n hay nada en juego.

Restan nueve episodios para el epílogo de la Liga. Con 45 puntos en la zona media de la clasificación, la prioridad es llegar a los 50-51 que en teoría aseguran al cien por cien la continuidad en la categoría de plata. Ese decir, de los 27 que aún quedan en liza, al Cádiz CF le bastan con sumar cinco a seis. No debería tener problema (un par de victorias o una secuencia de empates) salvo hundimiento en la recta final.

El entrenador, Gaizka Garitano, aterrizó el pasado mes de diciembre en sustitución de Paco López con la urgente misión de sacar al equipo de la zona de descenso. No sólo lo hizo, sino que además lo trasladó a un lugar más tranquilo alejado del sufrimiento.

Una vez cumplida esa tarea y con el Cádiz CF ubicado ahora en tierra de nadie, el problema del técnico es cómo motivar a sus futbolistas cuando no hay ninguna presión por un objetivo concreto. Los jugadores no dieron la talla ni en Tenerife ni en casa contra el Eibar. La incógnita es el papel que realizarán en el duelo frente al Deportivo de La Coruña que se dirime en Abanca-Riazor el domingo 6 de abril (a partir de las nueve de la noche) en el marco de la 34ª jornada de Liga. Cuerpo técnico y plantilla están centrados en el choque que se disputa en territorio gallego.