Los primeros de la clase

Atípico, como casi todo en el Cádiz desde que acabó la Liga pasada. En la sala de prensa de El Rosal se llevó a cabo ayer la puesta de largo de dos de los seis fichajes que por ahora son oficiales. Quique Márquez y Gato atendieron a los medios e incluso al acabar posaron con unas bufandas del equipo. Pero, como se quejaba David Vidal hace unos días en el Xerez, también a ellos les tocó hacer frente al acto bajo la mayor de las soledades porque no contaron con la compañía de algún dirigente.

Enrique Márquez Climent Quique fue el primero en tomar la palabra, alabando la posibilidad de "vestir la camiseta que le gustaría a cualquier gaditano; por ello estoy feliz". "A partir ahora lo más importante será llevar al equipo a su objetivo". El ya ex jugador del Atlético Sanluqueño, que actúa de mediapunta, huyó de polémicas cuando se le preguntó por la fecha en la que había contraído su compromiso con el conjunto capitalino. "No lo recuerdo, aunque fue después del Sanluqueño-Cádiz", advierte antes de agregar que "no estaba firmado, pero me mantuve callado porque no era seguro". "Tenía varias cosas pero me decanté por el Cádiz y a las otras les dije que no. Como gaditano, mi principal deseo era estar en este club".

Tampoco se mojó cuando se le cuestionó por la profunda crisis económica que atraviesa el Cádiz (inmerso en un concurso de acreedores, con deudas a jugadores y empleados, con abonos pendientes a la AFE por unas denuncias, sin cumplir con los pagos comprometidos con los administradores concursales y, por estas causas, prácticamente con un bloqueo en la gestión). "Nosotros no tenemos que fijarnos en eso. Después de un año difícil como el pasado, espero que este sea bonito. La cosa está difícil en todos sitios y no debemos pensar en lo económico, sino trabajar juntos".

Quique Márquez, que cumplirá el próximo martes 24 años, recordó que "procedo de una entidad humilde y estoy plenamente centrado en hacer las cosas bien y manejar con fuerza esta presión".

Por su parte, Antonio Jesús Ramos Rincón Gato tampoco ocultó su alegría "por estar en este equipo, ya que tengo ganas de que todo salga bien". "Vengo de un club humilde y cuando recibes la llamada del Cádiz te convence por sí sola. Ahora debo demostrar lo que puedo dar".

El extremo granadino rompió moldes en cuanto a su planteamiento sobre la palabra presión. "A mí no me va a pesar porque confío en mis posibilidades. Vengo de hacer un buen año en el Loja y aquí, con estas maravillosas instalaciones que no tienen algunos equipos de Primera, también se puede hacer", apostilló el futbolista de 24 años que antes del Loja pasó por la cantera del Málaga y por el desaparecido CD San Fernando.

Aunque Quique optó por no definirse como futbolista, Gato sí dio ese paso apuntando que "debo destacar mi velocidad, que pongo a disposición de un míster que es exigente y duro, dos aspectos que nos vienen muy bien". La imagen curiosa de la presentación es que mientras hablaba Gato, un ratón pasó por detrás de la mesa que ocupaban los jugadores.