Antonio Calderón realizó ayer un repaso al encuentro y a los siete partidos que lleva en el banquillo, dentro de ese particular play-off que viene disputando en ese tiempo. El entrenador del Cádiz estaba feliz por la clara victoria y por la derrota del Guadalajara, pero también se le notaba cierto pesar por el gol del Cartagena en Algeciras en el tiempo de prolongación. Se escapaba la tercera posición porque el equipo murciano recibe en la última jornada al colista Écija.

"Son siete partidos y hoy (por ayer) independientemente de esperar teníamos que ganar nuestro encuentro, que es lo que podíamos controlar. Nos marcamos ser campeones de esos ocho partidos", dijo en primer lugar el preparador antes de añadir que "por la mañana tenía una charla programada para ellos (los jugadores) en la que no sólo nos centráramos en lo de esta mañana (por ayer)". "Debíamos ganar este partido para pensar en ser campeones de esas ocho jornadas".

La semana pasada comentó que con los seis puntos que faltaban había un mundo en cuanto a lo que podía suceder en la zona alta. Ayer se agarró de nuevo a este dato. "He dicho varias veces esta semana que quedaba mucho porque son dos partidos difíciles; el que hemos jugado hoy (por ayer) y el que nos queda en Cáceres. Sabíamos que no podíamos pinchar y la reacción ha sido buena". Prosiguió en la misma línea para referirse al choque en sí, del que apuntó que "hemos salido muy concentrados a pesar de encajar un gol a balón parado". "Había un gran deseo por ganar el partido y al final eso ha terminado por imponerse".

Pero queda el Cacereño, que ayer, sin jugarse nada, tumbó al San Fernando. "Es un rival peligroso y debemos preparar el partido para que no nos pase a nosotros. Estamos dentro pero la semana pasada estábamos fuera".

El entrenados cadista lamentó que el segundo periodo se hiciera largo porque se vio muy limitado con las sustituciones. "Nos han condicionado algunos problemas físicos y se ha notado en los cambios, ya que no hemos podido meter a toda la gente ofensiva que teníamos en mente para refrescar el ataque. Hemos llegado en la segunda parte pero el ritmo ha sido otro. No hay que olvidar que hemos enviado dos balones a los palos y estoy satisfecho porque el equipo ha sabido jugar". Sobre los tocados, dijo que "Andrés (Sánchez) tiene un pequeño problema; esta mañana (por ayer) me dijo que podía jugar pero se ha ido cargando el músculo aductor".

Sus elogios fueron dirigidos a los seguidores, claves ayer al llevar al equipo en volandas. "La afición, fantástica. La comunión que hay es brutal y se produce porque ve ese revulsivo. La gente ve que el club está en un camino que lleva a la estabilidad. Hoy (por ayer) hemos tenido más de diez mil creyentes... Ahora todo el mundo cree", concluyó Calderón.