"Nunca había llegado tarde a un entrenamiento en once años"

Sabe que está ante la temporada que debe confirmarle como un portero de garantías y no pretende jugar con algo distinto a un balón. Y menos con su presente y con su futuro. Dani Miguélez recibió este fin de semana un castigo por parte de Risto Vidakovic tras incumplir el código interno en el que reposa la profesionalidad de todos los miembros del vestuario del Cádiz. El canterano llegó tarde al entrenamiento del pasado viernes y fue relevado a la suplencia en el partido contra el Murcia. "No se volverá a repetir", aseguró ayer el portero con la cabeza fría.

"Respeto la decisión del míster porque hay un régimen interno que hay que cumplir", decía Dani Miguélez, sin palabras que supieran a excusas en el paladar de su boca. "De todas formas mucha gente llega tarde y no pasa nada. Y yo nunca había llegado tarde a un entrenamiento en once años", explicaba antes de recordar que está centrado en el objetivo del ascenso: "Sé que puedo perder el puesto en cualquier momento y en mi diccionario no cabe la palabra relajación. Ahí están mi comportamiento habitual y mis últimas actuaciones bajo el palo".