El Cádiz CF sufrió un serio contratiempo en el partido amistoso contra el Atlético Sanluqueño que se disputó en El Palmar el pasado jueves 16 de noviembre.

El entrenador, Sergio González, repartió minutos entre sus futbolistas y Rominigue Kouamé saltó al césped para jugar la segunda parte aunque se tuvo que marchar antes de tiempo. El centrocampista notó un dolor en una carrera que le obligó a parar de inmediato.

El maliense se dañó la parte trasera del muslo derecho y enseguida se dio cuenta de que algo le había pasado. La lesión es un hecho y las consecuencias son inmediatas. Mala noticia para el Cádiz CF y para el futbolista.

A la espera de las pruebas médicas cuando baje la inflamación en la zona dañada, Kouamé sufre al menos una rotura fibrilar (a tenor de las primeras exploraciones) cuyo alcance real (más o menos leve) se conocerá con el diagnóstico. El peor escenario sería que sufriese un problema muscular aún mayor.

Aunque no hay jornada de Liga el fin de semana del 18-19 de noviembre, la lesión le hará perderse en principio más de de un partido porque el tiempo mínimo de baja puede rondar las dos semanas.

El medio, a más con el paso de la temporada y titular en los tres envites anteriores al parón, no estará disponible para el choque frente al Real Madrid programado para el domingo 26 de noviembre en el estadio Nuevo Mirandilla (14ª jornada de Liga).

Tampoco podrá entrar a priori en la convocatoria del encuentro ante el Mallorca (el aplazado del capítulo 13) que ha quedado fijado para el miércoles 29.

Salvo que pueda recuperarse con celeridad, la previsión más optimista es que Kouamé pueda estar listo para la visita al Celta de Vigo el lunes 4 de diciembre. Todo dependerá de la evolución de una lesión que se produce en el peor momento, cuando ya estaba plenamente integrado en el sistema de juego del equipo amarillo.