Un infierno menos caluroso

Con más pitos que aplausos y con numerosas butacas vacías tras ser abandonadas por sus respectivos espectadores. El Cádiz cierra oficialmente hoy, día 30 de junio, una temporada que murió en lo deportivo tristemente el pasado mes de mayo en el campo de Anduva de Miranda de Ebro. Y lo hará con una buena noticia que invita a tirar a escondidas un pequeño cohete: bajando el nivel de calor en el infierno en el que vive.

El club liquidó ayer la deuda de más de 150.000 euros denunciada en mayo por la mayoría de jugadores de la plantilla ante la AFE y evitó así un descenso administrativo que hubiera dado con los muchos huesos y la poca piel del equipo amarillo en Tercera División. El próximo curso liguero militará de nuevo en el pozo de la Segunda División B y desde hoy mismo deberá empezar a poner las piedras de un nuevo proyecto que se presenta actualmente entre dos signos de interrogación.

La primera piedra, más que colocarla, se quitará. Enrique Huguet acaba su mandato en la presidencia del Cádiz y hoy, a partir de las once de la mañana en el estadio Ramón de Carranza, el gaditano ofrecerá una rueda de prensa de despedida en la que analizará en voz alta su periplo como mandamás del club amarillo. Será un día ajetreado para el sucesor de Antonio Muñoz Vera en el sillón presidencial y, tras la rueda de prensa, representará al club en una serie de actos programados para esta jornada del jueves. Su presencia se antoja también como vital en una reunión del consejo de administración que tendrá lugar a partir de las 17:30 horas y en la que se hará oficial su marcha. Se hará oficial la marcha del último presidente del Cádiz y será anunciado su relevo más inmediato.

Lo más lógico es pensar que el cargo pasará a ocuparlo en funciones el actual secretario del club amarillo, Martín José García Marichal. Y también es probable que haya altas y bajas en lo que a consejeros se refiere. En este sentido, de los actuales miembros, ya han hecho pública su intención de continuar Luis Sánchez Grimaldi, Manuel Calderón y el propio Martín José García Marichal.

Y ya va siendo hora de escribir de Quique Pina. ¿Qué pasa con el presidente del Granada? ¿Viene o no viene al Cádiz? ¿Cómo están las cosas? Lo único cierto en esta larga historia es que el acuerdo entre el murciano y Antonio Muñoz Vera parece tan claro como poco transparente. Siembra dudas. Se habla de que el murciano será presentado mañana viernes, pero por otro lado también se confirma que el contrato entre ambas partes aún no ha llegado a manos de los tres administradores concursales que rigen el presente y el futuro cadistas. El esperado desembarco del hombre de moda en el fútbol español puede no producirse finalmente durante esta semana. Y es que en el contrato se debe estar cuidando cada línea de cada párrafo.

Lo que parece claro es que si Quique Pina recala en el Cádiz no lo hará solo. Por eso, en el nuevo consejo del club amarillo que se conformará hoy, el que afronte al menos la próxima temporada, no hay que descartar que haya alguien del entorno del presidente del Granada. Se cree que pueden aparecer alrededor de cinco rostros nuevos en la reunión de esta tarde y no todos tienen que ser gaditanos. Y mucho ojo. Tampoco hay que descartar la venta a última hora al grupo inglés que de forma tan discreta ha venido negociando durante los últimos meses con Antonio Muñoz Vera. El máximo deseo del máximo accionista del Cádiz sigue siendo vender su paquete de acciones y, mientras no se presente a Quique Pina como nuevo gestor deportivo del club, hay que dejar todas las puertas abiertas. Y el grupo inglés aún no se ha ido.

En resumen, hoy debe empezar a planificarse la próxima campaña. El pago de la deuda que evita el descenso administrativo se ha llevado a cabo un día antes de que expirara el plazo y los corazones cadistas no están para muchos exámenes más fuera de los terrenos de juego. El Cádiz ha salvado la categoría. Y puede celebrarlo porque algunos históricos como el Castellón estaban anoche con la soga al cuello. Pero el tiempo no perdona ni un segundo y el Cádiz hace mucho que no mira un reloj.