El desembarco de Pina en la Tacita de Plata no ha dejado indiferente a nadie y su proyecto irá encaminado exclusivamente a devolver al Cádiz al lugar en el que él entiende que debe estar: Primera División. El fin, eso es algo que dejó claro el pasado jueves, justificará a partir de ahora todo tipo de medios.

El presidente del Granada sólo mirará el rendimiento del futbolista. Y no atenderá ni a nombres, ni a sentimentalismos ni a probaturas de ningún tipo. Por ello, que cada uno valore si con más o menos acierto, adelantó que no contará con los servicios ni de Raúl López ni de Cifuentes. Y además, al decir que no seguirán en el equipo algunos de los jugadores que tienen contrato en vigor, dejó en el aire el futuro de Enrique. Los tres capitanes del Cádiz durante la pasada temporada están viviendo una situación delicada desde la llegada del murciano y, en las próximas horas, esperan otear el horizonte.

Cifuentes hablará hoy con Pina de tú a tú. Y ayer lo hacía con este periódico: "No me puede decir que no quiero al Cádiz. Me recrimina que me fui a Grecia, pero si me fui a Grecia fue porque me dijo que no contaba conmigo. No habló de negociar mi ficha, me cerró las puertas y tuve que buscarme las papas. Si no me hubiera dicho lo que me dijo no me habría ido a otro equipo. Y menos al extranjero. Por eso, yo me sigo considerando jugador del Cádiz y este jueves me presentaré en El Rosal para trabajar como un jugador más de la plantilla".

Enrique, mientras, se mostraba tranquilo. "Quique Pina es el nuevo mandamás del club y hay que acatar sus decisiones. Si no cuenta conmigo tendré que asumirlo, pero eso no quitará que siga teniendo un año de contrato. Una cosa es que no se cuente conmigo en lo deportivo y otra muy distinta la relación contractual con el Cádiz".

Raúl López, por su parte, ya explicó su intención en estas mismas páginas: "Me quiero reunir cuanto antes con Pina y Cordero para conocer mi situación por boca de ellos". "Mantengo la esperanza y no arrojo la toalla", aseguraba.