Un tanto de Rubén Alcaraz en el minuto 55 abrió el marcador para el Cádiz CF en su victoria ante el Rayo Vallecano. El centrocampista remató formidablemente de cabeza en el segundo palo un saque de esquina para aprovechar una mala salida de Luca Zidane, que no estuvo nada afortunado en ninguno de los dos goles.

El Cádiz CF por fin gana en casa y se engancha a la lucha por la salvación (2-0)

El Cádiz CF se dio por fin una alegría en casa. Venció 2-0 con toda justicia al Rayo Vallecano y se enganchó a la pelea por la permanencia, que aún es posible. Era una final en toda regla que el conjunto gaditano sacó adelante con solvencia.

El primer triunfo de la temporada como local llegó con todos los ingredientes: corazón, cabeza, dosis de buen juego y goles que firmaron Rubén Alcaraz e Idrissi en el tramo inicial de la segunda mitad. En líneas generales fue superior y aprovechó las concesiones del cancerbero visitante.

Una victoria fundamental para seguir creyendo en la salvación. El Cádiz CF se coloca a un solo punto del objetivo, 18º con 24 frente a los 25 del Granada en la 17ª posición.

Sergio González cambió el dibujo que había empleado en los dos envites anteriores (frente al Getafe y el Granada) y volvió al 4-4-2, sin carrileros y con un par de extremos puros como Iván Alejo y Oussama Idrissi.

Cinco minutos tardó el conjunto morado (no lució la habitual camiseta amarilla) en hacer su primer remate a puerta, un cabezazo de Lozano tras centro de Iván Alejo con el balón a las manos de Luca Zidane. El vallisoletano sobresalió como referente ofensivo en la primera parte. Lo intentó desde lejos en el ecuador con un derechazo que no fue demasiado lejos de la portería

Los dos equipos libraron desde el principio una batalla encarnizada por la posesión del esférico, con presión alta de los locales aunque la segunda ocasión, más clara que la anterior, llegó a la contra en el 11 con un disparo alto de Idrissi desde una buena posición en el área.

Desde el arranque la tensión fue máxima sobre el tapete. Era como una final y así se lo tomaron los de casa con un alto ritmo. Choques, entradas a por todas de unos y otros y cartulinas que no tardaron en salir del bolsillo de un colegiado bastante protestado desde la grada. Pudo haberse ahorrado alguna amonestación.

El Cádiz CF funcionó con arreones y por momentos se hizo con el cuero ante un rival, en instantes de apuros, optó por echarse atrás. Circulación con criterio bajo la batuta de Rubén Alcaraz con persistencia por el interior y las bandas. Todo bajo control salvo lo más difícil: el gol.

La fase de dominio no se tradujo en un aluvión de llegadas peligrosas y los vallecanos despertaron de su letargo hasta el punto de inquietar con incursiones en el área. En el 32, un zurdazo de Fran García se topó con Lozano mientras Ledesma estaba fuera de arco tras una salida defectuosa.

En el 34, Sergio Guardiola remató alto con todo a su favor tras un servicio preciso de Álvaro García. Se salvó el Cádiz CF de milagro. El ex cadista hizo varias incursiones veloces de las suyas más que conocidas en el antiguo Carranza. Los visitantes se encomendaron al utrerano.

Los gaditanos se desinflaron en la recta final de la primera mitad. Dejaron de tener la pelota fruto de un cúmulo de imprecisiones que dio aire a un Rayo que se hizo dueño de la situación. Pero de nuevo irrumpió Iván Alejo en el 42 para servir a Negredo dentro del área. El ariete no pudo superar a Luca Zidane con un intento sin ángulo. Tampoco Lozano con un testarazo en los minutos de prolongación.

El descanso llamó a la puerta sin variación en el marcador, con un Cádiz CF de más a menos que volvió a dar señales de vida en los instantes finales.

Los locales se lo jugaban todo en los segundos 45 minutos. Sólo valía la victoria y a por ella fueron en la reanudación. Era todo o nada.

Los de casa se volcaron. No les quedaba otra. Apretaron al máximo al máximo hasta que por fin abrieron la lata.. En el 55, saque de esquina con el balón al segundo palo, Luca Zidane salió mal y Rubén Alcaraz, soltó un cabezazo de manual para inaugurar el marcador. 1-0 en una acción a balón parado.

El tanto (el segundo Alcaraz de su aterrizaje en enero) dibujó un escenario nuevo en un partido que se volvió loco. El Rayo se fue arriba en busca del empate y dejó espacios atrás. Toda una invitación a la contra. En una de ellas, en el 58, Negredo rozó el gol con un zapatazo desde la frontal del área que se perdió por pocos centímetros.

El toma y daca deparó algún susto en el área cadista. En el 59, Álvaro García no empató de milagro cuando el cuero rozó el poste con un tiro dentro del área.

El duelo entró en una fase decisiva y la balanza se inclinó para los morados de manera casi definitiva en el minuto 63. Centro al interior del área de Iván Alejo y nueva salida deficiente del arquero, que dejó muerto el balón y la portería vacía para que Idrissi marcase a placer. Un oportuno estreno como goleador cadista para poner tierra de por medio. 2-0.

El Cádiz CF tenía el partido en su mano. Una diferencia notable y la sensación de poder hacer más goles en momentos de brillantez. El encuentro estaba ganado, sólo podía echarlo a perder por errores propios, como el de Espino en el 69 con una defectuosa cesión de cabeza de Ledesma que provocó un barullo en línea de gol resuelto por Víctor Chust con un despeje salvador.

Como era previsible, los anfitriones se metieron en su parcela para administrar la jugosa renta con aire fresco con la entrada de Sobrino, José Mari, Arzamendia y Álex Fernández. El Cádiz CF resistió el empuje de un Rayo liderado por Álvaro García, que estrelló el cuero en el larguero en el 87.