LaLiga Santander

El gol del Choco Lozano al Elche (3-0)

El gol del Choco Lozano al Elche (3-0). / LaLiga

El Choco Lozano cerró la victoria en el minuto 93 al poner el 3-0 en el marcador. El hondureño aprovechó un buen pase del Pacha Espino para plantarse dentro del área. Su primer disparo fue bloqueado por Bigas, pero el rechazo le favoreció para plantarse solo ante Edgar Badía, que no pudo hacer nada ante el buen remate del cadista. 

El Cádiz CF da un merecido paso de gigante (3-0)

El Cádiz CF se abrazó a la victoria con sufrimiento, fiel a su historia. Tardó 80 minutos en abrir lata ante el Elche pero se mereció los tres puntos que resultan vitales en la imparable lucha por la permanencia. Quién iba a pensar que el marcador iba a lucir un lustroso 3-0 al final después de tanto sufrimiento que tuvo una justa recompensa.

Tenía que ganar y lo hizo en un partido clave. Fue un triunfo por insistencia en una tarde de incesante empuje hasta que el acierto llegó en la recta final, cuando los visitantes jugaban en inferioridad numérica.

El Cádiz CF empezó el partido en zona de descenso tras la victoria del Granada y lo terminó más lejos que nunca, en la 16ª posición y con tres puntos de margen que le dan mucha vida.

Después de no tirar a puerta en la primera parte, el conjunto amarillo se desató en la segunda con un tsunami ofensivo que acabó dando frutos con las dianas de Negredo, Sobrino y Lozano.

Sergio González se inclinó por el once más habitual en casa con alguna pequeña modificación pero con el clásico 4-4-2. Desde el pitido inicial quedó patente la intención de un equipo hambriento de puntos.

Salió a por todas el Cádiz CF arropado por su parroquia en una cita con aroma de final. No era para menos después de la contundente victoria del Granada en Mallorca.

Presionar, atacar, tener el balón. Ideas muy claras que el conjunto de casa puso en práctica sobre tapete desde el principio frente a un rival agazapado en su zona a la espera de su momento. De hecho, el primero en avisar fue Pere Milla con un tiro lejano en el minuto 7 que obligó a Jeremías Ledesma a estirarse al máximo para atrapar el esférico.

La tenencia del balón no terminaba de traducirse en algo más. Le costaba crear oportunidades ante la fortaleza franjiverde en un duelo que escasa incidencia en las áreas hasta que por fin llegó el Cádiz CF con peligro en el ecuador de la primera parte sin llegar a tirar a puerta. El pase de la bandeja de Idrissi a Negredo para que el ariete empujase a placer lo abortó Bigas.

Se sucedieron las intentonas sin éxito, con alguna acción precipitada aunque el equipo no perdió la cabeza. Era un partido para cocinar a fuego lento con constante pelea, arrancadas por los costados y una presión asfixiante. Faltaba el gol que no dio la sensación de poder marcar en los 45 minutos iniciales.

Álex Fernández y José Mari circularon el balón con criterio hasta conectar con Iván Alejo, Idrissi y Negredo. El delantero tuvo problemas con los fueras de fuego. En el 31, se fabricó una jugada preñada de calidad que culminó con un disparo y parada de Edgar Badía, pero el auxiliar de banda tenía levantada la bandera.

El control estéril de los amarillos se volvió estéril. Los centros de Iván Alejo e Idrissi se toparon con la zaga ilicitana. No había manera de generar una acción con remate. El dominio era absoluto pero sin recursos en ataque.

Mientras, al Elche le bastaba con muy poco para meter el miedo en el cuerpo a la parroquia cadista. En el 38, Ledesma sostuvo a los suyos con un paradón tras un misil raso de Gumbau desde la frontal del área que iba para dentro muy pegado a un poste.

No era el día de los delanteros. Al menos en la primera mitad. En el 40, Lucas Pérez se encontró el cuero dentro del área pero dudó entre tirar y pasar y su servicio de tacón acabó en nada.

Aparecieron los nervios en el bando local porque no salía nada arriba, ni en los extremos en el área. Las acciones a balón parado no hacían daño. Así hasta que llegó el descanso tras sólo dos minutos de alargue después de numerosas pérdidas de tiempo. Poco se podía esperar de Hernández Hernández. En la prolongación, los locales reclamaron penalti por mano de un contrario dentro del área. Nada señaló el árbitro ni tampoco el VAR.

El Cádiz CF dejó toda la tarea para la segunda parte. De poco le había servido atesorar el cuero porque no fue capaz de tirar entre los palos y el que sí lo hizo fue un Elche bien pertrechado que jugó a dejar correr el reloj.

Los amarillos insistieron en la reanudación con una presión alta. Querían el balón a toda costa. El problema llegaba a la hora de crear. Faltaba el denominado último pase con el que poder optar al gol.

El partido se había enquistado. La afición lo notó y apretó desde la grada. El atasco del Cádiz CF contrastó con la tranquilidad de un adversario que se sintió cómodo sin querer atravesar la línea central.

Las pocas llegadas con peligro de los anfitriones acababa con el balón en la grada. En el 54, Negredo lanzó muy alto con su pierna buena y un minuto después, raro en él, cabeceó muy mal en una posición inmejorable. En el 56 llegó por fin el primer disparo a puerta, obra de Iván Alejo enfrente de la portería respondido por Edgar Badía.

La ocasión, clarísima, fue el prólogo de la avalancha cadista, la definitiva. Un minuto después, un derechazo lejano de Álex Fernández se perdió muy pegado a un poste. Y otra más: en el 59, nueva parada del arquero visitante tras otro disparo de Alejo.

No era momento de los rodeos en una última media hora vertiginosa plagada de parones. Uno de ellos obedeció a la expulsión por roja directa (en el 66) de Ezequiel Ponce, que llevaba cinco minutos sobre el césped, por propinar un codazo en la cara a Luis Hernández en la disputa del balón.

Más de 20 minutos con un hombre más jugaron los de casa, algo acelerados pero sin parar de intentarlo. En el 72, un testarazo de Espino delante de la portería se encontró de nuevo con Edgar Badía, sin duda el mejor de los alicantinos.

Sergio González dio una vuelta de tuerca de más con la entrada de Sobrino para colocarse en punta mientras Iván Alejo actuó de lateral derecho. Era una especie de ahora o nunca en plena recta final y con el marcador inalterado.

La oleada fue incesante hasta que por fin llegaron los goles. En el 80, Espino centró desde línea de fondo y Negredo esta vez sí acertó con cabezazo tras un imponente salto ante el que nada pudo hacer Edgar Badía. El portero tocó el cuero, que acabó entrando manso hasta tocar la red.

El 1-0 fue el comienzo de la fiesta. Casi sin respiro, en el 82, el 2-0. Balón aéreo, indecisión de la zaga visitante, el portero salió tarde del área y Sobrino llegó antes con la testa para marcar a puerta vacía. Euforia desatada y en plena fiesta llegó el tercero, firmado por Lozano en el tiempo extra.

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