Fútbol | Segunda División B

El filial del Cádiz CF paga la novatada con las normas

  • El árbitro no pudo utilizar el spray evanescente para demarcar la posición de la barrera y el balón.

  • El colegiado se lo solicitó a Raúl López antes del inicio del partido, pero no había en El Rosal. 

El spray evanescente brilló por su ausencia en el debut del Cádiz B en El Rosal.

El spray evanescente brilló por su ausencia en el debut del Cádiz B en El Rosal.

El estreno del Cádiz B en Segunda División B ha dejado la enorme alegría de empezar con una victoria (2-1) sobre el Real Murcia, pero hay otros aspectos que el club debe cuidar para adaptarse a lo que ha supuesto el salto de categoría para el segundo equipo. Ayer domingo en el campo Ramón Blanco se comprobó que hay muchas puntadas por dar para que el filial no sólo sea equipo de la categoría de bronce, sino que lo demuestre en todos los ámbitos. Lógicamente depende mucho de sus dirigentes y es una cuestión que sobrepasa a los jugadores.

El aspecto más llamativo del estreno del conjunto de Juanma Pavón estuvo en una norma que lleva ya algunos años aplicándose en Segunda B y que afectó directamente al árbitro del encuentro, el castellanomanchego Antonio Alberola Rojas. Antes de comenzar el partido y estando ya el trío arbitral en la zona de vestuarios, el colegiado solicitó al delegado de campo -labor que finalmente corresponde a Raúl López, que no está autorizado a ser segundo entrenador en Segunda B- la entrega del bote del spray evanescente que se utiliza para demarcar la zona en la que se sitúa el balón y la barrera. Pero se quedó esperando. En las instalaciones de El Rosal no había spray evanescente y nadie se percató de lo que exige la norma. Raúl López, que fue la persona que directamente llevó esta gestión, le comunicó a Alberola Rojas que no disponían del spray.

Lo que sucedió luego ya lo vieron todos los presentes en el campo Ramón Blanco. Cada vez que el árbitro señalaba una falta que precisaba demarcar la posición del balón y de la barrera, no podía hacerlo con la ya tradicional espuma blanca que evita que tanto el esférico como los jugadores varíen la posición que marca el aerosol. Recurrió a la fórmula de indicar con su presencia el lugar del esférico y el de los jugadores que componían la barrera. Ya se sabe, cuando se retiraba el trencilla la barrera empezaba a ganar centímetros porque no existía la marca de espuma blanca sobre el césped.

El error de la entidad cadista no quedó sólo entre el delegado de campo y el colegiado, ya que el informador asignado al partido, Salvador Sánchez Rincón, tomó buena nota de lo sucedido y es posible que el club sea advertido por esta circunstancia. Para no dejar dudas ni limitar lo que pasó a una conversación con Raúl López, el árbitro reflejó esta incidencia en el acta.

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