El Cádiz sigue de fiesta con una nueva victoria, la quinta consecutiva en la Liga tras imponerse por 2-0 al Albacete en un partido duro, trabado, con fútbol pero con el acierto suficiente para sumar tres puntos más que colocan al equipo amarillo en la tercera posición. Kecojevic adelantó a los locales a la salida de un córner antes del descanso y Dani Romera hizo el segundo en el tiempo de prolongación. Los habían marcado el jueves contra el Betis en la Copa y hoy se estrenan en el torneo doméstico. Los de casa supieron defenderse con eficacia y alargaron a seis la jornadas seguidas sin recibir un tanto.

No hubo sorpresas en una alineación habitual en la Liga, con la única novedad de Iván Kecojevic en lugar del lesionado Mikel Villanueva.

Lucas Bijker rompía unos breves minutos de tanteo con un zurdazo desde la frontal que llevaba el esférico hasta los brazos de Tomeu Nadal. Un espejismo de lo que estaba por venir. Los locales trataban de llevar la iniciativa ante un rival bien armado en la retaguardia, con una férrea estructura en la medular y sin renunciar al ataque. La solidez de los dos equipos anulaba cualquier atisbo de ocasión. Las defensas se imponían con claridad aunque Salvi protagonizaba un intento de rebelión con un maravilloso desborde por la derecha que culminaba con un centro que se estrellaba contra la superpoblada zaga visitante.

El paso del tiempo corría a favor de los blancos, que ganaban en soltura y empezaban a aproximarse al área con cierta inquietud aunque sin llegar a disparar. Mientras, a los de Cervera les costaba un mundo enlazar pases con visos de productividad. Casi lo conseguía Servando en el minuto 17 con un servicio al corazón del área al que Carrillo no llegaba por centímetros.

La batalla apuntaba a un combate nulo salvo despiste de alguno de los dos o un acción de estrategia, como el libre directo desde la frontal del área que Susaeta -en el 26- lanzó fuera muy cerca de un poste.

No había fluidez en el juego. Era casi imposible mover la pelota en medio de un enjambre de jugadores en un espacio reducido. El queso mecánico tenía claro que sus opciones de éxito pasaban por la destrucción. Y cuando los de casa lograban conectar los visitantes cortaban por lo sano con faltas. No estaban cómodos en su hogar los anfitriones, que además concedían demasiadas jugadas a balón parado a un adversario que había impuesto su ritmo en un partido feo.

Salvi era el único que ponía algo de salsa con alguna internada siempre resuelta por la defensa. Más problemas tenía Álvaro García en su banda, aunque sí aparecía cuando a la media hora se colocaba en tres cuartos y Álex Fernández se ubicaba en la izquierda. El utrerano superaba a dos contrarios por el centro y soltaba un zapatazo que atrapaba el portero. Se animaban los amarillos en la recta final de la primera parte hasta que por fin movían el marcador. A balón parado, no podía ser de otra manera En el minuto 39, José Mari sacaba de esquina y Kecojevic, en una demostración de poderío en las alturas, superaba en el salto a toda la zaga albaceteña para batir a Tomeu Nadal con un cabezazo cruzado. Para no perder costumbre, el Cádiz aprovechaba un córner para cambiar el rumbo del partido. Lo había hecho ante el Reus, frente al Sporting de Gijón y dos veces en el duelo copero contra el Betis.

Las imágenes del Cádiz-Albacete

Los locales respiraban al descanso con ese 1-0 que era un tesoro que debían defender con uñas y dientes en la reanudación.

Los manchegos daban un paso adelante en la segunda parte en busca del empate y dejaban espacios a un Cádiz protegido en su terreno a la espera de la contra. Ahora se jugaba a la manera que querían los gaditanos. Alvaro García seguía incrustado en la zona de enganche y Álex en la izquierda. La contienda se libraba en la medular y el balón difícilmente pisaba las áreas en unas condiciones mínimas para los delanteros, una situación que favorecía al inquilino del Carranza aunque el resultado era demasiado ajustado.

En el 62, una combinación entre Salvi y Servando acababa con un centro del isleño al área que Álvaro no remataba por poco. Era la llegada más peligrosa de un Cádiz afanado en labores defensivas pero disfrutaba de ocasiones nacidas en la estrategia. Álvaro regresaba a la izquierda y Álex a la media en el sprint definitivo con el y marcador a favor y Dani Romera sobre el césped en lugar de Carrillo. La incertidumbre dominó los últimos, con un Albacete obligado a volcarse en ataque un Cádiz esforzado en conservar el 1-0 que no dio con la tecla para hacer el segundo. Apretaron los visitantes con algún balón peligroso al área.