Siempre es un acontecimiento poder hablar con Juan José Pina, presidente de honor del club cadista. Lo es, principalmente, por la dificultad que supone acceder a él. Ayer no defraudó porque habló de todo, dando un repaso a más de uno, empezando por el presidente del Granada, su hijo Quique, cuyo filial visita mañana Carranza.

Juan José Pina comenzó con un balance de lo que se ha visto hasta el momento del equipo amarillo. "Para mí es positivo a pesar de los empates. Espero mucho más del equipo, pero en cuatro partidos es muy difícil estar centrado en ello. Este equipo tiene que dar la talla porque la tiene para lo que queremos conseguir todos", explicó.

Se le preguntó por las similitudes y las diferencias de su anterior etapa en la entidad, en la campaña 2011-12. "Es totalmente distinto a mi anterior etapa hace tres años. Ha cambiado todo. Ha dado un vuelco en dirección, en forma de actuar, en gestiones, en el equipo que tenemos… Esta temporada es mucho más positiva que la anterior en la que yo estuve de presidente. Eran otras circunstancias. Aquí vamos a por todas y la considero más positiva que la otra".

Mañana se disputará un Cádiz -Granada B que ha despertado el lógico morbo por la presencia de Juan José Pina como presidente de honor cadista y su hijo Quique como cabeza visible del Granada. Tras aclarar que no se les verá juntos en el palco, "Quique estará en Bilbao", donde juega el Granada, recordó que su hijo se deja ver por Cádiz "por placer y por ayudar al Cádiz, pero no tiene nada que ver con este tema", apuntando al proyecto que lidera Manuel Vizcaíno. Y también negó que esté siendo una semana diferente por algún pique entre uno y otro. "No hay ningún pique con mi hijo, no hay tiempo para hablar del partido porque él siempre esté fuera. Él sabe que estoy aquí como presidente de honor y aquí lo que interesa es que el Cádiz suba. Estoy casi seguro que se verá el máximo potencial el sábado (por mañana) ante el Granada B porque el deseo de todos es que logremos la victoria".