Jon Ander Garrido había iniciado la pretemporada en el Cádiz CF con la máxima ilusión. Trabajaba como uno más con sus compañeros hasta que todo se torció el pasado 15 de julio en el partido contra el Barbate disputado en el Benalup-Casas Viejas.

Garrido saltó al césped tras el descanso. Eran sus primeros minutos en la apertura de los amistosos de verano, pero apenas duró un cuarto de hora sobre el terreno de juego. De pronto notó un chasquido en la rodilla de la que fue intervenido hace un año y tuvo que parar. Se impuso la prudencia y fue sustituido de inmediato.

La rodilla le vuelve a dar problemas hasta el punto de que se ve obligado a frenar en pleno periodo de preparación. De hecho, no forma parte de la expedición cadista concentrada en la Costa del Sol.

Se abre un compás de espera hasta que haya un informe médico sobre la mesa, pero la situación de Garrido es complicada a día de hoy. Padece una lesión crónica en la rodilla fruto del desgaste sufrido a lo largo de su extensa carrera como futbolista.

Dolor, intervenciones quirúrgicas... Así son los últimos años del bravo pivote defensivo que con su compromiso se ha ganado el cariño del universo cadista. Se unió al club en el invierno de 2014 procedente del Barakaldo y acumula una larga estancia poco habitual hoy en día en los equipos. Son 221 partidos oficiales los que suma con el Cádiz CF y es el único de los jugadores que permanece de los que aterrizaron en Segunda División B y llegaron hasta Primera.

Garrido se perdió la primera parte de la pasada campaña 2021/22 que empleó en su recuperación. En invierno se enroló en el Mirandés como cedido y regresó al Cádiz CF con la intención de cumplir el último curso de contrato que le queda, aunque con papeletas para salir cedido una vez más.

Camino de los 33 años (el próximo mes de octubre), el vasco tendrá que decidir su futuro en próximas fechas. Una solución puede ser pasar una vez más por el quirófano para intentar mejorar y alargar su carrera un poco más. La otra, más drástica, puede pasar por la retirada del fútbol. Nada está descartado a día de hoy. Todo está en manos de los médicos y del propio Garrido, leyenda cadista y uno de los máximos exponentes del espíritu competitivo del conjunto amarillo.