La primera plantilla del Cádiz CF tendrá esta semana novedades en cuanto al lugar de trabajo, ya que Álvaro Cervera ha entendido conveniente que dos sesiones se lleven a cabo en el Ramón de Carranza. Todo ello para que los jugadores se amolden a ese trabajo con las gradas vacías, tal y como estarán a partir del 14 de junio para el Cádiz-Rayo Vallecano.

El conjunto amarillo lleva encerrado en las instalaciones de El Rosal desde que a inicios de mayo retomó el contacto con el césped. Han sido tres semanas en la ciudad deportiva como cuartel general del conjunto gaditano, cerrado a cal y canto salvo para los protagonistas del día a día de los entrenamientos.

La vuelta al Carranza será muy significativa porque en los últimos tiempos el Cádiz no se prodigaba en exceso en trabajar en el campo de la capital. En esta ocasión es una medida que tiene mucho de sicológico para que los futbolistas capten la realidad de lo que les espera con las gradas sin público.

La decisión de Cervera no es nueva en los conjuntos profesionales, ya que hay otros equipos de Segunda División A como el Extremadura que también ha tomado la medida de acudir a su estadio para realizar las sesiones preparatorias, también para amoldarse al escenario real que se van a encontrar los jugadores en la competición.

Esta semana el Cádiz acudirá al Carranza dos días (miércoles y sábado), si bien es previsible que la próxima repita experiencia en el feudo de la capital para seguir haciendo hincapié en lo que deben asumir los futbolistas como la nueva normalidad, que tiene muy poco de esto último cuando el fútbol, por el momento, ha perdido una de sus esencias, la afición.