Ex jugador del Cádiz

La emotiva carta del gaditano Chico Flores tras superar el coronavirus

  • El futbolista del Fuenlabrada relata los momentos duros que ha vivido y afronta el futuro con optimismo

Chico Flores, durante su estancia en un hotel coruñés.

Chico Flores, durante su estancia en un hotel coruñés. / Cabalar/Efe

El futbolista gaditano y ex del Cádiz CF Chico Flores, actual jugador del Fuenlabrada, compartió este domingo 2 de agosto una emotiva carta, en la que despide unos "días para el olvido" y es que él vivió, además del confinamiento en un hotel de A Coruña, su ingreso hospitalario dado el empeoramiento de su estado de salud tras su positivo en COVID-19.

Chico Flores recordó que éste fue el segundo confinamiento separado de sus hijos, insistió en la peligrosidad del virus y deseó que el conflicto deportivo abierto tras la suspensión del partido que debían disputar ante el Deportivo de la Coruña se solucione a favor del Fuenlabrada, puesto que en esa última jornada de LaLiga SmartBank debían haberse jugado el pase a la fase de promoción a la Primera División.

"Pienso y digo que de las experiencias negativas se aprende mucho más que de las positivas. Atrás dejamos estos días para el olvido, volviendo a Madrid, pensando en un futuro bonito. Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes", escribió el futbolista.

Este es el contenido de los tres folios que Chico Flores compartió en su perfil de Twitter:

"Tiempos de reflexión

Ya son muchos días encerrado en una habitación, escuchando las gaviotas y el sonido del mar por una pequeña ventana. Sonidos que te hacen pensar y reflexionar, como deportista, como padre, pero sobre todo como persona.

Son ya dos confinamientos separado de mis hijos, momentos impagables que son oro puro y que no vuelven ni volverán. Momentos como las primeras palabras de mi hijo Gael o los primeros andares de mi hija Chloe. Momentos en los que tristemente no he podido estar a su lado para disfrutarlos por culpa de este maldito virus.

Virus que esta vez me ha tocado vivir de cerca y del que la mayoría de la humanidad piensa que no es peligroso después de haber acabado con miles de personas inocentes. Virus que como nos descuidemos y no sigamos las indicaciones sanitarias que nos dan día a día, volverá a actuar sin mirar razas ni edades.

Vida solo hay una, es un regalo de dios; un regalo que empezaremos a disfrutar cuando nos demos cuenta de que realmente la riqueza es la familia, las amistades verdaderas, las personas que están para lo bueno y para lo malo, y el tiempo... tiempo que pasa muy deprisa y que malgastamos en momentos y personas que no debemos.

Deportivamente, son momentos complicados. Vinimos con ganas e ilusión a jugar un encuentro que podía ser histórico para nosotros y en el que al final nos vimos envueltos en un problema y doblemente perjudicados. Tanto deportivamente, como en la salud, que es lo prioritario y lo más importante ya que sin ella no somos nadie.

Problema que esperamos, deseamos y confiamos en que se solucione lo antes posible y a favor de nosotros después de demostrar con indicios suficientes nuestra inocencia.

Deportivamente, económicamente, y en la salud, ha sido y sigue siendo un año difícil para el mundo entero. Momentos en que las personas tienen que unirse, dialogar y darse la mano para sacar todo esto adelante.

Gracias a todas las personas que han gastado un momento de su tiempo para enviarnos apoyo y fuerza. Familia, amistades, personas desinteresadas, nuestra afición del CF Fuenlabrada, etc.

Mención especial para los sanitarios que me cuidaron y que cuidan a miles de enfermos en el hospital. Ellos sí que son verdaderos héroes y son los que realmente luchan día a día contra esta maldita pandemia.

Por último, dar las gracias enormemente al hotel NH Collection A Coruña Finisterre y a todo su personal por estar siempre atendidos de la mejor manera posible. Son personas, tienen familias y aún así han tenido que tratar con enfermos por COVID-19 con la mejor cara y predisposición para que no nos faltara de nada y nuestros días fueran más amenos.

Soy de los que pienso y digo que de las experiencias negativas se aprende mucho más que de las positivas. Atrás dejamos estos días para el olvido, volviendo a Madrid, pensando en un futuro bonito. Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes".

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