Diego Tristán vivió el domingo una tarde "muy especial". Así definía ayer el delantero su experiencia sobre el césped del Carranza en un partido en el que contribuyó de manera decisiva a un triunfo con el que el Cádiz ha salido por fin de los puestos de descenso. "El equipo estaba jugando bien pero no conseguía encadenar buenos resultados", señalaba el delantero mientras resaltaba que lo importante "es que hemos podido salir de ahí".

Curtido en mil batallas, el atacante no se deja llevar por la euforia y apuesta por la prudencia consciente de que el peligro todavía no ha pasado. "Hay que ser cautos, quedan seis finales y hay que pelear paso a paso. Lo bueno es que los demás equipos saben que estamos ahí".

El conjunto amarillo se ha pasado casi toda la segunda vuelta en zona de descenso. Tristán saca una lectura positiva de esta situación. "La ventaja que tenemos es que hemos estado abajo y sabemos convivir con esa presión". Una presión con la que no pueden otras escuadras que están cayendo en picado.

Además de la positiva respuesta colectiva del equipo contra el Elche, destacó la sobresaliente aportación del delantero sevillano, que salió tras el descanso y resultó fundamental en una victoria cadista que llevó impreso el sello de calidad del número nueve, que no ocultaba su alegría por su buena actuación y su gol, el que daba la tranquilidad al Cádiz y el que reivindicaba su presencia en el equipo. "Lo que vengo buscando es demostrarme a mí mismo, al entrenador y a la afición que puedo seguir jugando al fútbol, que puedo hacer goles".

El delantero internacional no ha disfrutado de muchos minutos desde la llegada de Víctor Espárrago al banquillo. Pero llegó su oportunidad. "Creía que no iba a llegar este momento después de llevar tres o cuatro meses sin jugar apenas", subrayaba el sevillano, sabedor de que su buen juego, su gol y la victoria del equipo "me pueden dar continuidad".

Tristán aseguraba estar contento en el Cádiz y defendía su profesionalidad. "Me siento cómodo en el Cádiz. No vine aquí a estar de paseo, lo que me mantiene en forma y me motiva a entrenar cada día con ilusión es la afición, que tiene todo mi cariño y respeto". Y él está dispuesto a demostrar en el campo su valía. "Ojalá mis goles sirvan para ayudar al equipo a conseguir el objetivo".

El atacante sevillano conoce la dura competencia que hay para hacerse con un puesto en la zona de ataque. "Cuanto más difícil se lo pongamos al entrenador más beneficiado sale el equipo. Él debe decidir, sabe llevar las situaciones e intenta sacar provecho de cada jugador".

Eso sí, Tristán está dispuesto a seguir aportando su grano de arena. "Yo estoy aquí para ayudar al equipo", sentenciaba.