Cádiz CF

El Cádiz CF, todo errores en Villarreal (2-0)

  • Pésimo en defensa y negado en el remate, el conjunto gaditano pierde y se jugará la permanencia en casa

Fede San Emeterio presionado por dos jugadores del Villarreal.

Fede San Emeterio presionado por dos jugadores del Villarreal. / Domenech Castelló/Efe

El Cádiz CF ofreció su peor cara y perdió en Villarreal con total merecimiento. Acostumbra en los últimos tiempos a mostrar una versión de equipo de Segunda en sus visitas y en el estadio de la Cerámica firmó una pésima actuación en defensa, paralela a su inocencia en ataque. Tiró ocho veces a puerta. Como si hubiera tirado 50. Fue incapaz de superar a Pepe Reina, que celebró sus mil partidos con la portería intacta. El Cádiz CF se sumó al homenaje.

Le mezcla de las dos carencias, el desacierto en las dos áreas, derivó en una derrota que complica el objetivo de la permanencia, que se jugará en casa sin posibilidad de error. El descenso es un peligro real para un equipo montado en una montaña rusa. No le queda otra que vencer al Celta para no quedar en manos de otros.

Después de la cara, contra el Valladolid, tocaba la cruz. Es imposible que el Cádiz CF encadene dos partidos decentes. No hay manera. Y todo por errores groseros impropios de un equipo que quiere seguir en Primera División. Se puso demasiado fácil a un Villarreal que aceptó con gusto los regalos. Jackson sacó petróleo de los fallos atrás.

Las numerosas bajas en punta llevaron a Sergio González a colocar a Theo Bongonda como acompañante de Sergi Guardiola arriba, ambos integrados en un 4-4-2. El congoleño, sin el brillo de los jornada anterior, estuvo a punto de marcar 20 segundos después del pitido inicial con un disparo solo frente a Pele Reina que atajó el guardameta.

La ocasión, clarísima, nació de un robo y servicio de Rubén Sobrino. Y es que los de azul (los andaluces lucieron la segunda equipación) salieron pisando a fondo el acelerador con una presión asfixiante en campo contrario que incomodó a un rival obsesionado con la posesión de la pelota.

Poco a poco se fueron adueñando los locales del balón, aunque de nuevo apareció Sobrino con un tiro raso junto a un poste (en el 10) que se topó con Reina.

El modesto estaba dispuesto a dar guerra aunque recibió un serio aviso en el 13 tras un grave error de Espino. El lateral regaló el balón a Gerard Moreno, que no acertó en el mano a mano con Ledesma al rematar fuera por muy poco.

Espino pidió perdón por su enorme falló pero no aprendió la lección. Siete minutos después, en el 20, defendió muy blando a Jackson en un contragolpe que se tradujo en el primer gol. De un ataque del Cádiz CF llegó el gol del Villarreal. Un regalo inconcebible. Uno más de los muchos que se acumulan durante la temporada.

El ariete empujó al uruguayo en la carrera, pero además de la falta no señalada por Pulido Santana el zaguero peco de blandengue. Jackson culminó con maestría tras regatear a Ledesma y sortear a un rival con un amago.

El 1-0 nació de la nada y tiró a la basura todo el buen trabajo realizado hasta entonces por un Cádiz CF que acusó el golpe y cayó a la lona. Qué poco duró la esperanza. Perdió energía, a merced de la calidad de los castellonenses.

Los locales crecieron con el tanto y los visitantes se vinieron abajo de un plumazo. En el 24, Ledesma evitó el segundo al repeler el balón tras un zurdazo lejano de Lo Celso. En el 29, casi acertó Trigueros de vaselina con Ledesma fuera de sitio tras un mal despeje. Los mejores momentos de unos, los peores de otros.

Parejo, Trigueros, Lo Celso y compañía circularon a su antojo. Sólo tenían que esperar el siguiente regalo de un Cádiz desaparecido salvo un chispazo aislado en el 40 con un flojo intento de Iván Alejo desde el balcón del área que tomó puerta aunque Reina llegó a los justo para desviar con una mano.

Los últimos minutos de la primera parte fueron una tortura. En el 42, 2el árbitro anuló un gol de Trigueros por un agarrón previo de Yeremy Pino a Iza Carcelén detectado por el VAR. El colegiado dejó sin validez el tanto tras acudir al monitor.

Pero el conjunto gaditano, una verbena en defensa, sobre todo Ledesma, se empeñó en hacerse haraquiri y puso una alfombra roja a un rival lanzado. En el alargue, Ledesma despejó el tiro de Gerard Moreno, que había entrado solo en el área por el lado de Espino.

El lateral, un auténtico desastre, regaló un nuevo gol justo antes del intermedio. Sacó una falta desde su lado. Era un pase fácil, sin oposición, pero de modo inexplicable le entregó el esférico a Gerard Moreno, que asistió a Jackson para que el senegalés, en estado de gracia, marcase de nuevo tras sortear a Ledesma y definir casi sin ángulo a puerta vacía. ¿Qué le paso a Espino, confundió a los jugadores amarillos, color de la vestimenta habitual, con los de su equipo?

El 2-0 al descanso fue un duro castigo, merecido por tantos errores. La derrota estaba asegurada salvo una milagrosa reacción en la segunda mitad. Nunca ha puntuado tras llevar dos goles en contra. La primera medida del entrenador fue la presencia de Rubén Alcaraz.

El decorado no cambió en el arranque. El Villarreal desplegó un fútbol de tiralíneas en busca de más goles, aunque el que avisó fue Escalante con un testarazo alto tras un saque de esquina. La ocasión despertó al cuadro visitante, que empezó a llegar con peligro.

En el 54, Reina desbarató un disparo de Sergi Guardiola. En el 56, el que tuvo cerca el gol fue Sobrino tras un robo en la presión. Asumió riesgos el Cádiz CF, a más ataque excepto en el elemento crucial: el gol. Apretó arriba pero los de Quique Setién no tuvieron excesivos problemas para sacar jugada la pelota. En el 62. Ledesma evitó el tercero tras un zapatazo de Alberto Moreno.

Los minutos volaron en contra de los azulones, con la mala noticia de Iza Carcelén la novedad del estreno oficial de Mwepu, que saltó al césped junto con Negredo para afrontar un imposible en el esprint final. Antes había entrado De la Rosa. Sergio González puso todo lo que tenía en ataque y mandó a sus hombres arriba ante un Villarreal conformista a la espera

En el 75, Pere Reina evitó el gol de Escalante con una gran parada en el mano a mano. Era la oleada final de un Cádiz CF volcado que perdió la ocasión de meterse en el partido. Los visitantes llegaron con frecuencia pero sin consecuencias. De hecho, en el 87, Sobrino falló solo a puerta vacía en el área pequeña. Un error de bulto porque tenía toda la portería para él. Tendrá pesadillas con ese fallo.

No fue por falta de llegadas, sino por la falta de acierto y por la seguridad de Pepe Reina, infranqueable. El Cádiz CF no tuvo su día una vez más.

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