El Cádiz CF acabó la exitosa temporada 2020/21 con un empate (2-2) en el terreno del Levante que le permitió marcharse de vacaciones con un buen sabor de boca.

Se tomó en serio el encuentro un conjunto gaditano que remontó un marcador adverso pero se diluyó en la segunda parte, cuando igualaron los granotas. La equis deja a los amarillos en la 12ª posición a falta de la visita del Valencia al Huesca el sábado 22 de mayo.

Si no gana el cuadro ché, el Cádiz CF terminará en ese 12º puesto y en ese caso igualaría la mejor clasificación de su historia en Primera Divisiónn

Un día de emociones por la presencia de público en la grada y por el último partido en la carrera de Augusto Fernández, que lució el brazalete de capitán a modo de homenaje.

El argentino formó parte de un trivote, aunque en su caso más pegado a la defensa. El partido empezó movido, como el de la primera vuelta, y Roger Martí abrió el marcador en el minuto 8. El ariete remató con la rodilla el balón en boca de gol tras un centro de Toño desde la línea de fondo después de ganarle la partida a Iza Carcelén.

La respuesta de los visitantes al 1-0 fue inmediata. Seis minutos más tarde. En su primera llegada seria, como antes hicieron los de casa, el lateral portuense recibió de Alberto Perea y compensó sus dudas en defensa con una internada por la derecha para servir al segundo palo, donde Álvaro Negredo superó en el salto a dos zagueros para conectar un cabezazo con el que introdujo el cuero en la portería después de tocar en el poste.

El tanto, anulado en primera instancia, pasó la prueba del algodón del VAR y se tradujo en el 1-1. Los dos goles nacieron con centros desde la línea de fondo sin que el balón llegase a salir del campo.

La rápida reacción devolvió un equilibrio acorde a la igualdad entre dos contrincantes sin presión pero con ganas de quedarse con los tres puntos.

Los amarillos se desempeñaron con disciplina para tapar las acometidas de los azulgranas, volcados en ataque espoleados por su gente desde las gradas.

La vocación ofensiva de los anfitriones ofreció un bendito escenario para un Cádiz CF que agradeció los espacios y cada vez que robó dio la sensación de peligro hasta que logró remontada en el minuto 32 con un golazo.

Un saque de esquina a favor del Levante se convirtió en el 1-2 en una contra de manual para regocijo de Álvaro Cervera.

Iza Carcelén salió con el balón de su propio área, sirvió a Alberto Perea y éste sin pensarlo tocó a Carlos Akapo, que irrumpió solo por la derecha, se plantó en la portería contraria y soltó un misil imparable para poner el 1-2.

Un contragolpe hecho arte permitió ponerse con ventaja a un equipo valiente que durante la primera parte supo manejar el 'tempo' del partido, con presión en el momento adecuado e incorporaciones en ataque con alegría.

Para llegar al descanso con la mínima renta, David Gil repelió el cuero tras un zapatazo de Bardhi en la única ocasión de los locales tras el madrugador gol.

La segunda parte se ciñó al guión esperado. Los de casa, con numerosa presencia en campo contrario en busca del empate. Los foráneos, ordenados atrás con constante trabajo defensivo a la espera de su momento mientras dejaron pasar el tiempo hasta que en el 58 llegó el empate.

Los locales tiraron de calidad para nivelar la balanza. Bardhi pasó a Roger, quien dentro del área dejó a Melero solo delante de David Gil con un sutil toque de balón para que su compañero marcase con un tiro ajustado a un poste.

El tanto de la igualada llegó tres minutos después del ingreso en el césped de Garrido y el debutante Bastida con sólo 17 años. El juvenil cadista se integró en la media en un momento complicado, con su equipo metido muy atrás sin dar la impresión de poder inquietar a un adversario volcado.

Se había marchado con honores Augusto Fernández, abrazado por los suyos y aplaudido por sus rivales y la afición levantinista el día de su retirada.

El Cádiz CF se fue desinflando, sin apenas salir de su parcela y cada más agobiado ante el creciente asedio de un Levante que buscó la victoria con ahínco, ya con Morales sobre el tapete, con protagonismo por la izquierda

La lesión de Alcalá obligó a Garrido a pasar al centro de la defensa, con Sobrino de ayudante en la medular. Pombo y Malbasic fueron las últimas apuestas de Cervera para tratar de revitalizar a un equipo que había desaparecido arriba.

La incertidumbre imperó en la recta final, con el Cádiz CF en modo destrucción para al menos tratar de conservar el empate, porque en ataque no había manera ni de pisar el área, sin armar una contra en condiciones. Roger rozó el gol con un cabezazo durante la prolongación.