Cádiz CF

El Cádiz CF resiste en Cornellá (0-0)

  • El conjunto amarillo araña un punto de gran valor en el terreno del Espanyol

Iza Carcelén cae tras una entrada de Joselu.

Iza Carcelén cae tras una entrada de Joselu. / Enric Fontcuberta/Efe

El Cádiz CF se llevó un punto (0-0) de gran valor en su visita al Espanyol en un partido que se volvió loco en la segunda mitad, que pudo perder pero también ganar de haber estado más atinado en ataque.

El empate sin goles hizo justicia. El conjunto amarillo mostró carácter competitivo, le acompañó la suerte en determinados momentos (dos tiros a la madera de los locales) pero también dispuso de alguna opción clara. Sufrieron los gaditanos después del descanso pero resistieron y con la equis mantiene los cuatro puntos de ventaja sobre los blanquiazules.

Desde el pitido inicial se notó quién estaba más necesitado. Los locales no dudaron en lanzarse al ataque con un planteamiento netamente ofensivo (tres centrales y dos laterales que actuaban como extremos) y la intención de aprovechar el ruidoso apoyo de su hinchada. Los visitantes, con su habitual 4-4-2 que ofreció como novedades a Jeremías Conan Ledesma e Iza Carcelén y unos primeros minutos de paciencia en su parcela para no dejar el más mínimo hueco.

Le tocó armarse en torno a su área a la escuadra cadista para soltarse poco a poco. En el minuto 9, Rubén Alcaraz dio el primer aviso con un disparo suave y colocado desde la frontal que no encontró puerta por poco.

La idea era intentar impedir que los locales saliesen con juego asociativo desde atrás. Los delanteros amarillos ejercieron una presión alta que les obligó por momentos a un fútbol directo. Pases largos de unos y otros y poca precisión.

En el 14, un tiro de Nico Melamed desde la frontal acabó en saque de esquina. Y poco después, en el 18, lesión muscular de Fali en la pugna por el balón con Joselu. El central se dañó en la parte posterior de su muslo derecho en la caída tras un salto. Quedó tendido fuera del terreno de juego y tuvo que ser ayudado a llegar al vestuario.

Víctor Chust, casi sin calentar, cogió el relevo con la misión de ayudar a mantener la portería a cero. Los amarillos fueron dando pasos en un partido sin dueño, aunque con algún que otro susto. En el 23, Ledesma evitó a lo justo el gol olímpico de Nico Melamed cuando el cuero iba para dentro tras un saque de esquina.

Pero para ocasión la que desperdició en el 26 Sergi Guardiola. Una de las que uno se acuerda una otra vez hasta dificultar la conciliación del sueño. El delantero recibió en el área un servicio de Alfonso 'Pacha' Espino en una situación inmejorable, lo tenía todo a su favor para marcar, pero no conectó bien en primera instancia y después remató fuera cuando parecía más fácil que el balón tomase la dirección a portería.

Los de Sergio González se replegaron y desplegaron con rapidez y fue por la izquierda donde hallaron más espacios para arribar al área. Los de casa se agarraron a las acciones a balón parado para fabricar opciones de gol. En el 32, César Montes cabeceó fuera tras un saque de falta. En el 40, un libre directo lejano de Braithwaite se resolvió con el esférico entre los brazos de Ledesma.

Los pericos pusieron a prueba a Ledesma un par de veces en una primera parte en la que Pacheco no tuvo que intervenir. Pese a las buenas sensaciones, ni un tiro a puerta de los visitantes en unos 45 minutos iniciales con el marcador intacto y predominio de las defensas sobre los ataques. Mucha precaución, pocos riesgos y miedo de los dos a verse por debajo en el marcador. Todo quedó a expensas de la segunda mitad.

Los gaditanos se pertrecharon atrás, todos en su campo, ante la salida en tromba del Espanyol en la reanudación. La destrucción para construir al menos un punto que no era del todo malo. En el 56, Joselu falló una ocasión que no suele fallar nunca. Solo delante de la portería cabeceó al poste y en la continuación Ledesma repelió el cuero tras un testarazo de Cabrera.

Los anfitriones perdonaron el 1-0. El Cádiz CF empezó a sentirse incómodo, con serios problemas para traspasar la línea central hasta que el 62 sí logró montar una contra culminada con un tímido cabezazo de Sergi Guardiola a las manos de Pacheco.

El Espanyol se hizo con el control absoluto y el 62 metió el susto en el cuerpo de los andaluces con un gol de Joselu anulado por fuera de juego por el colegiado en una decisión ratificada por el VAR.

Los amarillos lo estaban pasando mal y Sergio González movió el banquillo para tratar de meter aires fresco con Álex Fernández e Iván Alejo sin alterar el dibujo. Hubo un amago de reacción. Al menos pisaron el área contraria. En el 67 Rubén Alcaraz remató alto de cabeza y en el 73 Sobrino hizo lo mismo en una acción en la que Pacheco golpeó su cabeza con un puño.

El partido se volvió loco en la recta final. Se abrieron espacios, la defensa cadista tuvo dudas y el el empate corrió peligro. En el 75, Ledesma repelió un disparo de Braithwaite y el posterior taconazo de Joselu. Y en el 79, Joselu se topó de nuevo con la madera esta vez con un remate a bocajarro con el que llevó el balón al larguero.

Entre una jugada y otra, la polémica. En el 76, Chris Ramos se fue al suelo dentro del área tras tocarle Aleix Vidal un pie por detrás. La interpretación del árbitro fue que no hubo penalti, aunque el contacto existió y también la pena máxima que no fue señalada. Nada extraño.

Los últimos minutos fueron de permanente asedio de los periquitos con los gaditanos protegidos al máximo en su terreno. En el 92, Ledesma evitó con una gran parada el gol de Joselu en plena oleada de los locales. Los visitantes tuvieron alguna contra con la que dar un golpe de efecto. Iván Alejo tiró fuera en el 93, en una ocasión muy clara, y Joselu hizo lo mismo en el 94. Una final no apto para cardiacos.

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