Cádiz CF

El Cádiz CF, en modo vacaciones (1-3)

  • El conjunto amarillo, con la cabeza en otra parte, pierde ante un Elche que se jugaba la vida

Marcos Mauro y Fali ante Pere Milla en el duelo ante el Elche.

Marcos Mauro y Fali ante Pere Milla en el duelo ante el Elche. / Lourdes de Vicente

El Cádiz CF nada se jugaba y perdió en casa ante un Elche que fue el que de verdad buscó la victoria y se la llevó (1-3). Los amarillos, con un once plagado de no habituales (incluido el canterano Álex Martín de lateral derecho), puso poco interés en el partido aunque llegó a tener ventaja con un penalti que se encontraron al cuarto de hora.

La falta de intensidad es el bendito peaje que paga el Cádiz CF en los tres partidos que le sobran después de conseguir la permanencia. Casi mejor no presentarse si no está por la labor de poner la carne en el asador. El equipo dejó un mal sabor de boca con una nueva derrota pero se gana el derecho a fallar. La cabeza está en otra parte en plena recta final de temporada. Se comprobó sobre todo en la segunda parte, en la que ni siquiera llegó a tirar a puerta ni ofreció un atisbo de reacción.

En las alineaciones ya se notó quién se jugaba la vida y quién no. Los de casa con suplentes y probaturas (de nuevo Choco Lozano ubicado en la banda izquierda), y los visitantes con todo su arsenal. Y se apreció después cuando empezó a rodar el balón, con los amarillos en modo relax y los franjiverdes con el acelerador pisado a fondo.

Hasta tres remates a puerta hicieron los de Fran Escribá en los cinco minutos iniciales, reflejo de las urgencias. El primero, un cabezazo de Pere Milla que llevó el esférico al larguero. El segundo, un mano a mano de Piatti con David Gil que el cancerbero resolvió con acierto. El tercero, un flojo intento de Lucas Boyé sin dificultades para el arquero.

El premio no es siempre para el que más lo busca sino para el que acierta. Los locales, liberados de la presión, no tardaron en hallar espacios a la contra. Saponjic avisó en el 7 con un inocente remate que murió en las manos de Gazzaniga.

Y justo al cuarto de hora, el 1-0 cuando menos se esperaba, ni siquiera el propio Iván Alejo, protagonista de la jugada. El extremo regateó a un contrario, se internó en el área y tras su potente derechazo el cuero se estrelló el brazo de Gonzalo Verdú. Soto Grado, a instancias del VAR, revisó la jugada en el monitor y señaló un penalti parecido a otros que han sufrido el Cádiz CF a lo largo de la temporada.

José Mari aprovechó la pena máxima con una ejecución perfecta, digna de un especialista. El balón entró en la portería raso y pegado un poste.

La mínima ventaja no hizo sino reforzar el planteamiento de los anfitriones, atrincherados en su territorio con la idea del robo y transición de vértigo. Apareció Iván Alejo con un arranque por velocidad y poco más. Y también Malbasic justo antes del descanso con una tiro que se marchó fuera.

Apostaron más los de casa por los balones largos que por otra cosa, sin dar la sensación de poder ampliar la renta. Bien que se notó que en ataque no estaban los primeros espadas.

La iniciativa correspondió por completo a un Elche contra las cuerdas ante un Cádiz CF que no quiso el balón, se limitó a defender y a esperar el paso del tiempo hasta el intermedio, al que llegó por delante del marcador sin haber hecho nada del otro mundo.

Como no podía ser de otra manera, el Elche salió a por todas en la reanudación. No le quedaba otra porque estaba descendido. De hecho, Pere Milla marcó de cabeza en el 48 pero el VAR tiró líneas y anuló el tanto por fuera de juego.

El asedio de los visitantes fue agobiante con continuos centros al área. Los locales, tranquilos atrás, dedicados a destruir y de vez en cuando con aproximaciones sin peligro.

El empuje del los visitantes acabó por romper la resistencia de los amarillos. En siete minutos le dio la vuelta al marcador ante un Cádiz CF que no pareció muy interesado en el encuentro.

En el 58, Pere Milla regateó a un blandengue Marcos Mauro dentro del área y definió a modo de misil aéreo para poner el 1-1 y más de media hora por delante.

Y en el 64, el chiclanero y ex cadista Diego González aprovechó el balón procedente del poste tras un latigazo de Raúl Guti para completar la remontada con el 1-2. Ahí se acabó el partido porque el Cádiz CF estaba en cuerpo pero no en alma, al borde del pasotismo.

Entre el primer y el segundo gol, habían entrado en escena Jairo y Pedro Alcalá, con Fali reubicado en la media. Y con el 1-2, Augusto Fernández, Sobrino y Negredo saltaron al césped, aunque no estaban los amarillos muy atinados pese a que adelantaron líneas, con Lozano en punta junto al madrileño.

La presión arriba no dio frutos con un guión que dio un giro de 180 grados. Los de casa intentaron la igualada pero con escaso convencimiento, sin tirar a portería, sin llegar de verdad al área. Sin ganas de nada, mientras que Carrillo tiró al poste y más tarde, en el 88, Fidel dio la puntilla a la contra con un zurdazo con el que coló el balón por el primer palo.

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