El Cádiz CF resurgió con una victoria (2-0) redentora frente al Mallorca que le permite cerrar la primera vuelta con 19 puntos y la esperanza de la salvación la intacta. No sólo venció, además convenció delante de una afición entregada a los suyos en una tarde redonda.

El conjunto gaditano fue superior a su adversario hasta el extremo de ganar con mucha solvencia. Un triunfo forjado en una excelente primera parte, en la que hizo los goles, y una segunda en la que le bastó con ser práctico para conservar la renta.

Funcionó el Cádiz CF como un bloque compacto y además brotó la mejor versión de jugadores como Theo Bongonda y Mmo Mbaye.

Sergio González desplegó un 4-4-2 con la novedad de Álvaro Negredo para hacer frente junto, con Choco Lozano, al recinto amurallado de cinco hombres de los insulares (tres centrales). El veterano ariete no tardó en avisar con un cabezazo en el minuto 4 que obligó a Rajkovic a sacar una mano junto a un poste para evitar un gol madrugador que hubiese dado alas a los locales.

El Cádiz CF tomó la iniciativa por voluntad propia y por la de un rival que no tuvo reparos en ceder el esférico y montar dos capas defensivas en su parcela resquebrajadas en el minuto 10 cuando un robo de balón en tres cuartos esta vez si se tradujo en la inauguración del marcador.

Negredo, muy activo arriba, enlazó con Lozano, el hondureño le devolvió el cuero y el madrileño, ya dentro del área, sirvió a la zona central para que Bongonda, tras adelantarse a la zaga, marcase con un remata suave y colocado junto a un poste. Una conexión letal elevó el tempranero 1-0 con el que los gaditanos crecieron en confianza.

El belga, muy enchufado en el arranque, firmó su segundo tanto de la presente temporada con el que puso a su equipo con ventaja. Se sintieron a gusto los de casa con la pelota, con momentos brillantes, movilidad arriba y la sensación de tener el partido bajo control.

Bongonda, con la moral por las nubes, lo intentó en el 19 con un zurdazo lejano con el que el balón se escapó cerca del larguero.

No faltó la polémica en una tarde de frío casi polar. En el 27, Momo Mbaye fue arrollado por un contrario dentro del área. El árbitro, tras las indicaciones desde el VAR, mandó seguir entre la protesta unánime de la hinchada cadista, con el recuerdo aún caliente del choque frente al Elche.

El Mallorca, inseguro atrás pese a su poblada retaguardia, empezó a asomar la patita en ataque. En el 29, Ledesma tuvo que intervenir por primera vez tras un peligroso centro y justo en la siguiente acción Bongonda desperdició una ocasión de oro para poner el 0-2. Un grave error de entre Rajkovic y Copete dejó al atacante solo con la portería para él, pero se precipitó y tiró fuera con su pierna derecha.

Más polémica, esta vez con consecuencias. En el 33, un testarazo de Lozano dentro del área llevó el balón al brazo de un defensor bermellón. De Burgos Bengoetxea no señaló nada, pero después de una larga conversación con el VAR (con tiempo casi de leerle El Quijote entero), fue a revisar la jugada en el monitor y tras la consulta decretó el máximo castigo fuertemente reclamado desde la grada. 

Cinco minutos pasaron desde la jugada hasta el lanzamiento desde los once metros. Lo que costó que le pitaran al Cádiz CF el primer penalti a favor de la temporada, transformado con seguridad por Álex Fernández en el 38. El capitán colocó el balón raso junto a un poste y el portero se tiró hacia el otro lado.

El 2-0 hizo justicia a los méritos acumulados por los locales sobre el césped a lo largo de una sobresaliente primera parte, aunque para llegar al intermedio con esa jugosa renta, Ledesma tuvo que emplearse a fondo para repeler un cañonazo de Dani Rodríguez.

Los amarillos dejaron el encuentro medio encarrilado antes del descanso, pero en la segunda mitad afrontaban el reto de conservar los tres puntos. Para ello no debía hundirse como en los precedentes más recientes.

Lozano se quedó en el vestuario y Sergio González hizo debutar a Gonzalo Escalante para tratar de fortalecer el centro del campo con un trivote. Javier Aguirre, técnico bermellón renunció a la defensa de cinco y puso a Kadewere como acompañante de Muriqi en punta.

El desarrollo del segundo periodo estuvo condicionado por el resultado del primero. Como era de prever, el Mallorca se fue arriba empujado por la necesidad y los anfitriones, sin prisas, intentaron no meterse demasiado atrás para no verse agobiados. En el 53, Kadewere se internó en el área y disparó alto en una clara ocasión de los visitantes. Replicó enseguida Negredo con un remate en boca de gol que repelió la zaga.

El cronómetro corrió a favor de los locales aunque el acoso de los baleares fue 'in crescendo'. Fali ejerció de pivote en la media en el tramo definitivo. Más argamasa para la estructura defensiva. El Cádiz CF, que aparecía poco por arriba, buscó más solidez para evitar sobresaltos. En el 72, Ledesma atrapó el cuero tras un tiro de Kadewere desde el interior del área. No sufrió excesivos sobresaltos el equipo amarillo, enchufado en todas sus líneas, con una defensa segura y un espléndido Momo Mbaye, que anuló a Muriqi. El peligro lo llevó Kadewere. 

Roger Martí debutó en los últimos minutos, con los visitantes volcados en ataque y la opción de contragolpe abierta para los locales. En el 79, un zambombazo de Bongonda desde la frontal del área iba en la dirección adecuada a puerta per Rajkovic despejó el balón para impedir el 3-0.

El Cádiz CF esta vez sí mostró fortaleza en la segunda mitad. No se vino abajo. Mantuvo el tipo con fiabilidad, más dedicado a mantener la renta que a otra cosa en una demostración de practicidad. El técnico no dudó en meter artillería defensiva, con Arzamendia y Raúl Parra a escena en lugar de Bongonda y Brian Ocampo en los últimos minutos.