Cádiz CF

El Cádiz CF mantiene a raya al Barça (0-0)

  • Meritorio empate de los amarillos ante un cuadro azulgrana que juega media hora en inferioridad numérica

Sobrino avanza con el balón entre Demir y Mingueza.

Sobrino avanza con el balón entre Demir y Mingueza. / Jesús Marín

El Cádiz CF resistió una vez más ante el Barcelona, ante el que no pierde desde su regreso a Primera División. Meritorio empate sin goles. El equipo amarillo plantó cara al gigante culé con una férrea defensa. Dejó la portería a cero por primera vez esta temporada y tuvo opciones de ganar, sobre todo en la segunda parte, cuando el cuadro catalán se quedó con un jugador menor mediada la segunda parte.

El conjunto amarillo sumó un punto de los que en principio no están en las cuentas para buscar la permanencia y da un pequeño paso más.

Arropado por su fiel hinchada, el Nuevo Mirandilla (Carranza) vivió un ambiente excepcional pese a la limitación de aforo. La afición llevó en volandas a su equipo y vibró en un partido contra uno de los grandes, entretenido en la segunda mitad.

Los locales sorprendieron de salida con una presión alta, como si quisieran alterar el guión pero con el clásico 4-4-2, con Sobrino y Negredo como primeros defensores desde la delantera. Poco lo esperaban, pero con esa medida trataron de dificultar la circulación de balón de los visitantes, que no tardaron en hacerse con la posesión.

Era una noche especial. No todo los días es posible medirse con uno de los grandes. El Cádiz CF se mostró valiente, sin complejos, con transiciones vertiginosas y alguna aparición peligrosa arriba, como una internada en el área de Rubén Sobrino abortada en última instancia por Piqué.

El método acordeón funcionó en los compases iniciales. Repliegue en campo propio y rápido despliegue tras robo. Y, lo más positivo, sin dejar maniobrar a los azulgranas, algo atascado y con única vía por la izquierda.

No había ocasiones, señal de que el sistema defensivo estaba funcionando con un orden exquisito, aunque el dominio barcelonista se fue acrecentando con el paso del tiempo, eso sí, sin llegar a poner a prueba a Jeremías Ledesma pasado el ecuador de la primera parte.

El arquero local intervino en el 27 para despejar un peligroso centro de Dest. En el 30, detuvo el cuero tras un inocente disparo de Memphis en los momentos de mayor acoso del Barcelona. Los de casa ya no cruzaban la línea central con tanta asiduidad y se ocupaban sobre todo de llegar al descanso sin movimientos en el marcador.

Pero antes del intermedio se produjo un contratiempo. Una mala noticia. Fali, uno de los fijos de los amarillos, se hizo daño en la rodilla izquierda en el golpeo del balón, se retorció de dolor tendido sobre el césped y fue retirado en camilla mientras se tapa su cara con las dos manos. Él mismo sabía que no tenía nada bueno.

Jens Jonsson tomó el relevo con la misión de mantener el trabajo de contención en la medular y ayudar a mantener la portería a cero que con la que irrumpió el intermedio tras un primer periodo sin oportunidades. El gol no lo vieron de cerca ni uno ni otro a la espera de los 45 minutos definitivos en los que se preveía el mismo decorado, con los blaugranas más obligados a atacar que los locales.

La segunda mitad arrancó la novedad de Salvi sobre el tapete y una ocasión muy clara de Negredo, que se inventó un disparo con el exterior de su bota izquierda desde la frontal del área que Ter Stegen respondió con un paradón con el que evitó el 1-0.

El Barça también se animó y Memphis, con todo a su favor en boca de gol, no acertó a conectar el balón en el minuto 50. Casi sin respiro, el propio Memphis esta vez sí se sacó un zurdazo desde el balcón del área y Ledesma repelió el esférico con una gran estirada.

Los de Ronald Koeman dieron un paso al frente en busca de la victoria. Apretaron en ataque, empezaron a penetrar también por la derecha y los de casa se echaron muy atrás, demasiado, pero si renunciar a nada, ya con Lozano y Alberto Perea en el partido.

El cero a cero era un buen resultado para el pequeño y malo para el grande, que fue a más aunque el Cádiz CF se vio en superioridad numérica desde el minuto 64 cuando Frenkie De Jong vio la segunda cartulina y por tanto fue expulsado tras una dura entrada sobre Espino.

El partido se le puso de cara a los anfitriones, más sueltos con un hombre más y con más opciones en las acciones ofensivas. En el 74, Sobrino cabeceó alto tras un centro de Espino, quien poco después centró con peligro. Una declaración de intenciones sin olvidar el principio básico de la defensa. Todo pasaba por la portería cerrada.

El Barcelona, con uno menos, arriesgó y dejó espacios y en el minuto 80 perdió el Cádiz CF la gran oportunidad de amarrar la victoria. Salvi, solo delante de Ter Stegen, no pudo salvar al portero en el remate y el balón suelto llegó a Sobrino, que a puerta vacía no atinó y el cuero se escapó por línea de fondo.

Los gaditanos dieron la sensación de poder dar el golpe de efecto en el último tramo, pero Coutinho tuvo un libre directo en el 90 que no aprovechó

Los últimos minutos fueron una locura, un ida y vuelta con opciones para los dos equipos. Salvi estrelló el cuero en un rival dentro del área y a la contra Memphis falló solo ante Ledesma.

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