Cádiz CF

El Cádiz CF hace el ridículo en Madrid (5-1)

  • El equipo amarillo, plagado de no habituales y sin espíritu competitivo, es triturado por un Atlético desatado

Arzamendia y Griezmann pugnan por el balón.

Arzamendia y Griezmann pugnan por el balón. / Sergio Pérez/Efe

Lo lógico era que el Cádiz CF perdiese en el terreno del Atlético de Madrid, como casi siempre a lo largo de su historia. Lo triste fue la manera, rayana en el ridículo. El equipo amarillo fue a la capital de España a hacer turismo. Se olvidó de competir con un mínimo de dignidad y ni siquiera luchó por los puntos. Una engañifa en toda regla. Renunció a la pelea.

El Cádiz CF se presentó en cuerpo porque estaba obligado pero no en alma. Saltó al césped derrotado, rendido antes de empezar, sin querer saber nada del encuentro. Con semejante actitud, vergonzosa, fue triturado por un Atlético indomable.

El cuadro amarillo vuelve a perder el colchón que tenía y la ventaja sobre el descenso pasa de cuatro puntos a sólo uno. De nuevo el agua al cuello.

Sergio González sorprendió con un once revolucionario. Arriesgó con las rotaciones y no acertó. Conan Ledesma e Iván Alejo fueron los únicos que repitieron en relación al choque frente al Valencia. Un once plagado de actores secundarios que tenían la oportunidad de demostrar que pueden tener sitio en el equipo. Dejaron pasar la ocasión. Y un cambio de dibujo con la introducción de un trivote a modo de manto de protección en el centro del campo. Un 5-4-1 inerme. De nada sirvió esa variación táctica. 

El plan duró sólo un minuto, el que tardó Griezmann en marcar en el primer remate del encuentro. Carrasco sirvió el balón al francés en el área quien, libre como un pájaro, firmó el 1-0 con un disparo cruzado a media altura. Muchos hombres atrás pero blandos los visitantes, por debajo en el marcador casi sin salir del vestuario.

Como si le pesara jugar tan tarde, el conjunto amarillo salió completamente dormido, sin enterarse de nada y a merced de un rival en modo arrollador, dueño absoluto del cuero en permanente ataque por las bandas y el centro. En el 6, Ledesma repelió el balón tras un cabezazo de Morata.

Los gaditanos dieron señales de vida en el minuto 10 con una ocasión no aprovechada por Negredo. El delantero se quedó solo con muchos metros por delante, pero asediado por dos zagueros disparó desde la frontal del área sin puntería.

El primer acercamiento fue como una gota de agua en el desierto. El Atlético, crecido con el tanto madrugador, pasó el rodillo con un juego de tiralíneas y un enorme despliegue físico con el que ahogó a un Cádiz CF encogido. Muy pequeño porque así lo quiso. El alto ritmo de los de casa contrastó con la parálisis de los amarillos, que pusieron poca garra. Se entregaron demasiado pronto, casi antes del pitido inicial.

Las escasas opciones de empatar pasaron por alguna acción a balón parado. De hecho, en el 21, Momo Mbaye marcó con un imponente testarazo tras un centro al área de Santiago Arzamendia en el saque de una falta, pero el gol fue anulado por un claro fuera de juego.

Cuando parecía que los visitantes despertaban levemente rebasado el ecuador de la primera parte, llegó el 2-0 que puso el partido imposible. En el 26, de nuevo irrumpió Griezmann dentro del área, hizo la pared con Lemar y resolvió con un zurdado con el que alojó la pelota en la portería junto a un poste. La calidad de los locales se fundió con las facilidades de los foráneos.

Salvo milagro, el encuentro quedaba finiquitado a favor de los locales con más de una hora por delante. Lo peor que le podía suceder al modesto era sufrir una paliza que engordarse aún más el balance negativo en el goal average general.

El Atlético no se conformó y buscó más goles antes del intermedio. Lo evitó Ledesma en el 39 tras un peligroso tiro de Morata. En el 41, el delantero remató al larguero en pleno asedio de un Atlético que fue un martillo pilón.

El 2-0 que imperó al descanso no sólo hizo justicia sino que se quedó corto. El Cádiz CF fue barrido por completo.

Sergio González quitó el trivote y apostó por dos puntas en la reanudación con la entrada de Choco Lozano por Youba Diarra. Los amarillos presionaron más arriba pero no tardaron en chocar con la dura realidad. En el 49, Morata, solo en el corazón del área, fusiló a placer para poner el 3-0 y desbaratar cualquier atisbo de reacción del perdedor. Enésimo regalo defensivo de un equipo sin rumbo.

La única incógnita por despejar hasta el final era cómo de abultada iba a ser la derrota. Para colmo, Soto Grado castigó a los amarillos con un penalti inventado. El balón rebotó en el brazo de Rubén Alcaraz después de tocar primero en el cuerpo. No señaló nada pero rectificó cuando lo revisó en el monitor. En el 57, Carrasco transformó la primera pena máxima de la temporada a favor de los rojiblancos. Tenía que ser ante el Cádiz CF.

El 4-0 con más de media hora suponía un durísimo varapalo que todavía podía ir a peor. Con todo decidido, el partido se hizo muy largo con muchos minutos de la basura, con un equipo visitante desaparecido, incapaz de dar más de dos pases en condiciones.

La goleada pudo ser mayor. En el 69, Ledesma evitó el quinto con un paradón tras un remate a bocajarro de Nahuel Molina.

Nadie esperaba nada del Cádiz CF hasta que Lozano estrenó su cuenta este curso con un golazo por toda la escuadra en el 72 con un derechazo desde fuera del área tras recibir un pase de José Antonio de la Rosa, que acababa de debutar de manera oficial con el primer equipo.

El 4-1 duró un minuto porque enseguida llegó el quinto de los colchoneros, obra de Nahuel Molina al definir a placer solo ante Ledesma.

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