El cadismo, otra vez de luto al fallecer Paco Puig

Manolo Díez, Ramón Blanco y ahora Paco Puig. El cadismo continúa de luto como consecuencia de la muerte de uno de los hombres de peso en las diferentes etapas de Antonio Muñoz como máximo accionista del Cádiz.

Francisco Puig Sánchez falleció ayer en Sevilla a la edad de 79 años. Con su muerte, el club capitalino pierde a uno de los hombres habituales en el equipo rector entre 1995 y 2010, periodo en el que desempeñó varias funciones hasta acabar siendo uno de los pilares del proyecto como accionista mayoritario. Junto a Federico González y Martín José García, se convirtió en uno de los hombres que mayor confianza depositó en el proyecto liderado por Antonio Muñoz y que al final terminó de mal en peor. Fue una de sus grandes decepciones en el equipo de sus amores.

Dentro del organigrama de la entidad, Paco Puig fue consejero responsable de las secciones inferiores en sus primeros años en el club, una cantera a la que le profesaba mucho cariño y en la que tenía depositadas muchas esperanzas. Aún hay exjugadores de aquella cantera que recuerdan sus charlas a cada equipo al inicio de las temporadas, cuando enviaba un mensaje repleto de cordura y cadismo, mucho cadismo.

Su crecimiento en la estructura de la sociedad le llevó a cotas mayores como la vicepresidencia del club y la presidencia de la Fundación. Desde ambos puestos siempre se encargaba de asumir sus funciones con mucho celo y máxima entrega a unos colores que finalmente le provocaron demasiados quebraderos de cabeza por creer en un proyecto que fue haciendo aguas por todas partes. "Se va un hombre bueno, entregado al club y que se mantuvo en pie en situaciones complicadas. El Cádiz era todo para él porque era un gran cadista que quería mucho a su equipo, a su familia y a sus amigos", recordaba ayer con la voz entrecortada Martín José García.

Paco Puig fue jugador del Cádiz, al que llegó procedente del Balón cuando tenía 20 años y de la mano del presidente Juan Ramón Cilleruelo y siendo entrenador Diego Villalonga. Siempre actuó en el centro del campo y formó parte de la plantilla del primer ascenso a Segunda A en la temporada 1954-1955. Se vio obligado a dejar el fútbol profesional mucho antes de lo deseado como consecuencia de una grave lesión de rodilla y por su empleo en la banca.

Aunque su fallecimiento se produjo en Sevilla, ayer mismo fue trasladado a la capital gaditana (Tanatorio Servisa). El responso tendrá lugar hoy a las 14:30 horas. Desde estas líneas, Diario de Cádiz se une a las muestras de pesar por tan dolorosa pérdida. Descanse en paz.